“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean"
Bosques y máquinas//
“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean" outsider
28.6.08 @ 5:01 a. m. estuve leyendo textos sobre lo queer. antes mi primer referente fue judith buttler, con ella asumí rudimentariamente lo queer y es ahora cuando tengo más clara la idea de los transgéneros. inevitable que me haya entusiamado con su lenguaje rupturista. a los escritores queer se les escucha distintos y esta constatación me hace adentrarme en el gozo de la comunión. encuentro en la gente queer, direcciones amicales profundas. por otra parte tomo consciencia acerca de la precariedad de textos míos, de ese aliento que no tiene mucho que ver con lo que me constituye actualmente. creo que es la historia personal lo que te afecta y a mí me afectaron las vivencias monjeriles, desde lo ridículo hasta lo trágico. las cicatrices quedan en el cuerpo de la memoria. necesitar un entorno cálido sin que te vuelvas dependiente de su espacio afectivo te expande. nutrirlo como un Todo, sin quedarse sumidos en abstracciones deviene en intelectualizar sin separarse de la experiencia de la ciudad. el cuerpo ciudad, el país sin rótulos. al mismo tiempo me detuve a meditar sobre mi primer blog y cómo escribo en él con un tono concreto, un tono que suena a praxis directa, donde la subjetividad se diluye, cuando la subjetividad me constituye y yo a mi vez la constituyo. asumo que desde niña me atrajo lo outsider y ahora, lo queer se me presenta como outsider en sus facetas más fluídas. busco el link outsider que reconoce al otro como su semejante. me interesa caminar entre los blogs y las calles, alternativamente, como si viajara a diferentes espacios conceptuales que mutan según sea la proposición imaginista. escenografía ubicua. y sobretodo el despliegue de cierta alegría. Etiquetas: k comienza la fase cobalto [wally neuzil le habla a egon]
27.6.08 @ 11:59 p. m. wally neuzil le habla a egon somos las únicas cuando estamos ausentes o lejos yo era tu animal de compañía con la fineza del oro que usabas para imaginar lo que dibujarías yo era tu clavícula y tu sexo mojado y cuando la frontera del cuerpo era difusa tú saltaste sobre otro cuerpo te comiste el mío a la distancia con tus garras con las mismas manos que me pintaban levantándome la falda fui tu música cuando las sombras tomaban tus ojos máquina del sueño rota en el tiempo ahora que estoy entre muertos y disparos tu rostro pasa entre la niebla como una pintura sucia el humo cae y cae sobre mi cara mientras allá en el desequilibrio te vas con una muchacha cuya cara es una rosa amante de pianos y pentagramas yo no te odio yo odio lo que desconoces toda la artillería el pavor el óxido wally no es una flor wally es como las espinas de los cactus y está sola como cuando nació no llora y tiene halcones en la mente y canta lejos de tus palabras como si el último reducto no estuviera aquí sin nostalgia al fin sin nada hacia el tiempo desnudo como un lienzo virgen miro el infinito que es como una broma cruel sobre mis iris y levemente sonrío poseyéndome a mí misma un fantasma egon no te digo adiós no quisiera verte entre los demonios de la eternidad nunca más llena de humo y silencio cual cuerpo extendido y fijo al final de un infantil grito soy la que reina sobre su amor cadáver desamada desamados todo el cielo todo el cuerpo Etiquetas: poétikas egon schiele le canta a wally
@ 3:59 p. m. te lo dije wally, el amor me destroza. como la sangre del suicida corriendo por la bañera veo el rojo de tu vestido y la espuma es tu blanca enagua y tus medias de seda, tu mirada de antígona copando mi cuerpo oculto entre los pinceles, el óleo, el pentagrama garabeteado sobre la mesa donde escribo cartas para ti que huyes de mis ojos cuando amanece y me entrego a las doradas hojas del verano y a las canciones de los puentes y tus piernas al fondo, a contraluz, mientras te contemplo wally perdida, en la tela con grietas como si fuera mi pecho con tajos de navaja afilada en una pelea de forajidos bajo el cielo lapizlázuli herrumbroso. extraña wally de mar y tierra con tu sexo oliendo a heno fresco en una tarde pintada con colores pastel, sin dolor, lejos de los avernos, imaginando nuestra vida juntos en una ciudad desconocida donde las playas y las calles se junten para que los amantes naden a cualquier hora del día, la desnudez de cada uno con su revelación de púa destruída. pintaría silbando tu rojaeléctrica cabellera cerca de las nubes y la lluvia nos haría niños, después de la unión de tu vagina inocentemente libertina con mi pene suave y violento, ente de brasa luxurioso sin edad y tuyo, alternadamente como en una sinfonía futurista, mi única, mi música wally. me bebería tu extravío, tu gitanería de ghetto, mi maldad desamparada, todos los astros del odio, mi amada, mi perdida wally. ilustración: egon schiele. Etiquetas: egon schiele, jean cocteau, k bisutería
@ 4:59 a. m. bisutería de las palabras muchachos platónicamente obsesos. puntuación de la solemnidad fulera. trino de peroratas sofismas con charm falso que agota las posibilidades de la maravilla en planos infinitos (díganlo, están exhaustos, la luxuria también cansa). ataque de alucines mentales/restregadas ficciones dum dum que son como dirían los malditos de las antípodas te jodiste con el enrevesado filo/sófiko, ellos no lo merecen. desastre embellecido para soñar y soñar secuencias de la elevación fashion. tragicomedia con purulencias noise del odio con caretas. canta re/canta como en coro de adolescentes aburridos guardando caramelos de menta y cocaína en los bolsillos. ricotera del horror con coca-cola y cool erotik. ¿están muertos? ¿están vivos? laureados niñatos contando historias cansinas, hablando de muchachas imposibles. concilio globalizado/ensamble fallido. míralos cómo descienden por las escaleras mecánicas, ladeados con sus risotadas stars para la fiesta en pistas brillantes. sonajita droguis, piruleta del sexo cubierto de palabras que lo aniquilan, un toke de virulencia sublimada. medida de los espejismos, bisutería con barro, identikit de la finish horrisona. eso es el asco/hasco. Etiquetas: reservas para un bloque indestructible Agujeros
24.6.08 @ 1:14 p. m. Pasó la noche e hice una performace solitaria. Estuve en el agujero y floté en su extinción, pasaje de señales arteras. Nocturna develación. Instalación transnegra.. Trans trans el amor que no es amor sino tránsito. Necesito caminar más y conectarme con todo lo vivo. Esa es la clave, la ruta de los soundtracks, la destrucción del último agujero. Puede ser que queden vestigios, así que la comunión soñada no va a ser sólo un apunte, una anotación optimista. Nunca la sonrisa fantasma. Salida hacia los paraderos, los subways marcados, los rostros, las miradas y los cuerpos. Etiquetas: k rosebud
@ 4:29 a. m. entre otras cosas en estos días sigo con una sensación de estar en un profundo agujero negro y por ratos me sobrepongo. es como les ha pasado a ustedes, de diferente manera, supongo y escribirlo me desencanta respecto a lo que quería decir, sobre impresiones, destellazos perdidos, acerca de algún libro y no estos apuntes sobre mi vida, que para una interpretación fácil sería tipificada como aburrida. tal vez debería guardar silencio y no escribir: y por otra parte es escandaloso que los voyeurs estén a la orden del día aquí, ya que no les diré lectores míos, porque si fuera así habría cierto acercamiento, aunque otra vez voy a contradecirme, porque como tuiteé, mis blogs predilectos tienen escasos comments o ni los tienen. me refiero a que como no escribo un blog temático, sino que desato el intro molecular, la conexión, supongo que sería de amicalidad. una praxis desequilibrada -qué viva la hipervoladura del cerebro- , cierta felicidad, o lo que viene a ser lo rosebud. veamos, mi rosebud es la risa de d y sus abraxos. a me tiene fatal en un período en el que necesito ahondar en deleuze, sucediendo que este pensador me deja en trance, ciertas veces cuando leo cómo dilucida ante un auditorio sus expansiones sobre los puntos de fuga. yo esperaría si estuviera preparada para esperar, que venga alguien y deje un comment sobre deleuze como algo hermosamente tangencial. pero no quiero denostar de quienes leen lo que dejo en film x. basta ya de focalizarme en los voyeurs y en la tentación de tornarme una underbloguista, porque sé que extrañaría percibir que siempre hay alguien al otro lado y que entre los que se sumergen en este film, hay gente con una fuerza para la comunión. lo que me hace tocar en el aire poco a poco lo rosebud. y lo físico, algo que no es amor ni sexo puro impuro. sé que lo confuso se desliza entre la imagen y la sensación ahora que como ustedes quisiera alcanzar algo fresco en medio de lo pútrido y continuar explorando la idea de la que me enamoré, en medio del tráfago mental. stop. momentos de paz llegarán cuando entre al sueño y me aleje de ese frenético movimiento interior. llegará la mañana, la ciudad otoñal, los surtidores, los solares en el centro, los gatos callejeros que suelo ver en algún inesperado lugar. y los claxons al cruzar la pista, los ojos esquivos de las mujeres tristes que a veces veo en los parques. no me desespero por lo rosebud, porque de pronto llega y es volátil. sí, a cada rato se oculta y en pleno giro se le toca, ya lo dije, en el aire. monstruo rosebud. monstruo monstruo. rosebud de madrugada, partido como si fuera un montón de cuarzos haciendo el noise de las noches. rosebud. Etiquetas: a, gilles deleuze, k, la niña musa, voyeurs Nada de eso hará que se vaya la cosa
23.6.08 @ 1:35 a. m. La cosa pegajosa que te oprime se va con algo que no se define. Nada de lo que piensas es la libertad recompone la alegría, nada teorizando, y sería mejor ir hacia el eterno verano del que hablaba Uschi Obermeir. Luego ni eso, por eso quiero ser un cómic. Quiero desaparecer en la viñeta. Y ser querida para vivir en la imaginación de los que abandonan las creencias, los dogmas, el polvo de las ciudades soberbias. En fin, quisiera ser yo y que me recuerden por un texto, un poema, una conversación. Y por una noche de fiesta, la noche que se prolonga como una sábana de cuento, una delegación fantasma. Cualquier riff. Etiquetas: k, uschi obermeir Somos violentos, somos pacíficos
19.6.08 @ 2:59 p. m. En estos días me he dedicado a reconsiderar la violencia en sus diversas expresiones. Sigo en ello, y espero compartir con quienes lleguen aquí esta inquietud. Necesito leer algunos ensayos al respecto. Entretanto leyendo textos que no están directamente relacionados a la violencia, las ideas se me aclaran y son refrendadas bizarramente cuando en el bus un borrachín intenta tocarme la cara. En fin, no le diré a eso pequeñez ni gran agravio, pero sé que fue algo violento. El tipo me miraba con el líbido disparado animalescamente y su olor me daba naúseas. Me cambié de asiento gracias a que mi compañero de trayecto se puso en mi lugar. La gente se veía cansada y apretada a las 10 y pico de la noche. El incidente no fue algo que removiera a los pasajeros y cuando el borrachín bajó a su destino me dije que tal vez en su casa se portaría como un patán. Ojalá me haya equivocado. Querría escribir más en este momento. Y he de salir, mientras el bebé que vive en el tercer piso otra vez llora y su madre grita enojada. Violencia. Etiquetas: viajes de bus, violencia Arrebato
@ 3:23 a. m. Vi Arrebato, un film del que había oído hablar con reverencia. Lo que es declarado como obra de culto puede decepcionar a quienes no se emparentan con sus coordenadas generacionales. Pero sucede que hace tiempo corté con los esquemas, dogmas, apreciaciones sentenciosas. Sólo puedo decir que la película me dejó algo inquietante en su final de cuarteado con esas rayas de película rodada con cámara antigua. Que había algo en al afectación del narrador actor y que toda la película fue en sí bellamente turbia. No es que el guión fuera impresionante ni es eso necesario o determinante para hacer un film redondo, lo sé. Arrebato con sus diálogos que a veces no se entienden, por lo que aunque sean hablados en el idioma castellano tienen ese acento español que o bien es el audio ono sé qué, sólo que no se escucha claramente. También se perdía algo de lo que decía Cecilia Roth, sin esa voz ronca que le conocí en Todo sobre mi madre. Di el click al repeat y esperé que Arrebato terminara. Aquella obsesa búsqueda por filmar algo fuera de los márgenes permitidos, que el chico con tics en el rostro contaba era el arrebato contado, mostrado, vomitado hasta el final de la película y lo que pasaba con los otros protagonistas era complementario. Ahora que recuerdo ese baile de CR con ese toque cómico rociado de sensuales guiños, sonrío. Era como una bocanada de frescura en medio de la sordidez. * Dormirse un rato y despertarse por el frío. A abrigarse. Aquí se siente el invierno y mientras acabo este post veo un lago y unas sonrisas en una serie inglesa de escándalo londinense. Apago la televisión. Otra vez el sueño vendrá, el territorio sin límites. Imagen: Yoisbamba. Etiquetas: arrebato, cecilia roth, todo sobre mi madre devotage (III)
13.6.08 @ 7:32 p. m. me he puesto una casaca nueva, color verde petróleo hecha para andar donde cae la nieve. me he sentado sin té al costado, con un aire de junio filtrado por el texto, una aire oscuro, un aire helado y tibio al maniobrar sobre tu imagen de portarretrato, una invención sobre el monitor. tus ojos, la diapasón de un cello, el juego de las monjas, las coronadas de los tiempos coloniales, las feudales de los 90's en las horas de clase, una subrepticia manera de atentar contra ti. te coloco al lado de los fantasmas, para desasirme de la ansiedad, los boletos del subway, tus mails, tus textos concentrados, tu entrada a mis sueños con disquisiciones sobre los días veloces entre paraderos, una niña que está en el kinder, un ajedrecista que junta estertores en su mp3, una vida paralela a la de los filósofos juveniles, los posts del bárbaro, las funciones de cine a deshoras, los cuadrantes colapsados porque no hay brújula cuando navego en este mar. de una ciudad llena de espuma en verano nace algo que no capturarás aunque seas un hechicero sin reino. así la magia que imaginamos alguien ostenta se desvanece rompiendo el lienzo, para que la máquina deseante se restituya en spirales, toda fresca como en una celebración, algo a punto de enloquecernos si consideramos que somos todo lo demás, lo que nace, se desarrolla y muere. pero aún hay demasiada fuerza para irse de aquí, space inmenso con sus fluctuaciones entre rutas, edificios, megacentros comerciales, templos modernos, colegios, universidades para jugar a los dados en medio de las enseñanzas, gloria al conocimiento y a sus prisiones, diría dadá. o dixit el músico en su session jazz, todo movimiento improvisado en el erótico movimiento corporal te hará ver la cara de un dios juguetón. y como el delinquir puede ser no robarle a nadie, si no conspirar contra ti sin hacerte daño. porque estás lejos, porque estás cerca, porque desconoces cuán sinestésica puedo ser, ¡a delinquir!. porque si ahora nos conociéramos el universo sería armónico, musical, el paraíso que soñé, algo realmente imposible, un oximoron viviente cuando es sólo un infinito film sucio, como un cuento donde el lobo se come a caperucita roja y luego ella se vuelve zombie y no se sabe cómo, sale y se come al lobo. ya sabes, no es una bonita parábola, de la pantalla no saldré con mi té y mis bolígrafos. ni tú con tu habitual risa contando instantáneas y relatos místicosprocaces. y yo sigo navegando lejos de ti. Etiquetas: relatos, session jazz Espérame
@ 3:41 p. m. Para Juana, hasta los confines del mundo. Bueno muchachos, me largo, dijo el nene engreído. El de las zapatillas nike y la casaca de marca francesa. Non plus. Yo le miré y me fui; ya saben cómo es eso de hartarse y encontrarse en un terreno pantanoso o en una barca de naúfrago, entre gente perdida y atada a sus posesiones. Estirando estas anécdotas malditas, me miro y otra vez grito porque recordé a mi hermana, mi amiga, con su sonrisa de hoyitos, su carcajada desenfadada, siempre con distintos zapatos, la coleccionista de zapatos, la chica de los tirabuzones mentales. Tirabuzón por tirabuzón, esclarecida ninfa de ciudad. Así la idealización masculina nos ve, pero ya no habrá cronos en el future, regardina underground. Ambas querríamos ser habitantes de un mundo hipercinemático, como en Blade Runner, pero sin Battys muriéndose ni Deckards persiguiendo replicantes. O sino destruir con nuestros cuerpos el corpus del horror. Caligari en la tridimensional realidad o el pop de tu dulce canción, tu alita o la reconcha gélida que te parió dice el bárbaro y armonizamos, somos ácidos, algunas veces dulces. Con los niños quizás o contigo que eres una niña renegada, anacoreta que te fuiste al fin del mundo, a borrar esa espantosa línea recta de la vita vieja, Carmina Burana. Espérame con esas cervezas heladas en la mesa, la flor de lis y todo lo demás. Etiquetas: batty, carmina burana, deckard, juana, k, los cuerpos, replicantes canción de la amante inconforme
@ 2:24 a. m. ayer vi neones en los pasillos de esta supernova perdida en el espacio. fue una visión ligera y muy clara. todas las ecuaciones matemáticas no alcanzarían para apuntalar qué exactitud busco. sé que cuando esta posdata sea leída por ti, estarás en tu sincronizada fuente de placer, entre protuberancias libidinosas como siempre, ahora que el sexo no tiene género alguno y tú apuestas al hedonismo entre telesféricos, galaxias lejanas y oráculos cinemáticos. yo me hundo en una acuosa sensación, como si fuera un molusco pensante. absolutamente ridícula me veo subiendo a un transbordador lleno de muchachas vestidas de blanco encaje, todas como novias solitarias. todas como penélopes ávidas de guerras. la lucha contra el propio cuerpo no me atrae, vanidoso viajero. desde este punto x prefiero saltar a la nada antes que ser tu esclava sonriente. Etiquetas: galaxias, los cuerpos, relatos, telésfericos Wifala
11.6.08 @ 2:11 a. m. Viajaba mirando cómo caía la lluvia mientras las gotas nublaban la ventana. Subió un hombre recio, que me pareció avejentado, con la piel curtida, maltratada como si hubiese trabajado de cara al sol en un campo de caña de azúcar. El hombre acarició su violín y comenzó a tocar sin preámbulos. Se hizo un religioso silencio entre nosotros. El chofer apagó la radio, yo me saqué los audífonos, los niños dejaron de reírse, la noche entró tranquila al bus cuando el huayno vibrante colmaba el espacio, nuestras mentes, los minutos, una dulzura ancestral. Wifala, amor de ciudad y campo, trébol entre las hojas secas, chiquillos descalzos corriendo en la canción. Wifala, violín lustroso, sonido quechua, manos cobrizas, huracán. El hombre tenía la edad indefinida de los que son jóvenes y viejos a la vez. Él y su violín eran como fantasmáticos héroes. Cuando se fueron, vi caer gotas de lluvia en la ventana formando un rostro, una señal, algo que en realidad inventamos cuando ha ocurrido una escena que sabes única en sí misma, como en esos films de la infancia o en los cuentos de hadas. O como en un sueño irrepetible, un adiós. Etiquetas: bus, huayno, llluvia, relatos, violín armonía harmonía
10.6.08 @ 3:22 a. m. Quería escribir algo enigmático, una epifanía lispectoriana breve, un vomitivo con mirada hacia el mar. Pero te recordé y olvidé el paisaje invadido por goliardos y mensajeros criminales. Olvidé la intrusión de una medusa en el texto, el palíndromo imaginario, las escaleras mecánicas, los cestos de frutas que iban a ser un elemento para el escenario noir. Busqué la canción de Placebo y me instalé en la alegría. Olvidé también unas palabras sobre los concursos, los premios mediante trofeos vistosamente decorativos en los blogs, el irónico acróstico, la adivinaza nerd, llamar con el celu a Jstar, mi tadani. Veo a la anédota difuminarse. El texto como nube. El amor como lluvia : Where is my mind?. Podríamos fundar una estética de la alegría, ¿lo crees?. O quizás una estética fronteriza donde los registros de la alegría y la extrañeza se atravesaran como en una pintura expresionista, como un campo de girasoles vangoghnianos, un rumor de hojarascas, un horizonte habitado por autopistas, cafés nocturnos, bares en el fin del mundo. Te miro: tu rostro complementa la ligereza de tu cuerpo, cuando por ejemplo te acercas al monitor y colocas tu videojuego favorito, y sonríes moviendo los dedos. Guardo el slide de tus gestos, un roce procaz que se cae y también cierta inocencia de animal subterráneo. Sí, he olvidado lo que mañana recordaré mientras me despierte lentamente, y descalza me vaya a la ducha, para que el agua me dé algo de lo que somos. El agua en el cuerpo, en las cicatrices, en el sexo, en la sonrisa. Etiquetas: lluvia, placebo, relatos Soy un niño violento
8.6.08 @ 10:16 p. m. El barrriobajero con su gorra es mi amigo. Yo soy una chica de la zona intermedia, donde la gente presume de tener lo que no tiene. He renegado de sus calles, sus megacentros y sus antros lujosos. Pero digo barriobajero como otra cualquiera de esos niños vanidosos que bailan en las noches en el allien juguetero music, una inmensa discoteca con habitaciones secretas para el toqueteo en una hora por xx dólares. Nunca me gustó decirle chusma a nadie porque mi tutora, una monja ronca solía decirlo con fruición advirtiéndonos sobre los peligros de los besos largos en parkings, donde ella decía que la chusma rondaba la magnética periferia. Nuestros paraísos a los 14, entre automóviles, voyeurs y rutas de una ciudad explosiva. Ahora soy un niño violento. No tengo vagina, no tengo senos, soy un castrado que estruja el mundo en una noche componiendo el noise de los días que me harán otra. Soy un niño sin alma deslizándose en los lustrosos pasillos de un departamento al borde del cielo y mientras suenan las sirenas en la avenida, mi amigo se ríe conmigo como en una flama de un happyend falso. Cuando iba al carrusel, te conté
@ 7:14 p. m. Te digo que me encanta que pronuncies ca-rroooo-uuuu-sel y no carrusel cuando te embriagas y te pones como un león en su guarida. Rabiando por las colillas de cigarros en el piso, los cactus con snacks en sus macetas, cocacola en vasos de ternopol, xerox en los cuadernos anillados en desorden. Te contemplo desasido de tus celulares, esperando que me acerque a ti. Tienes la mirada vidriosa. Yo te hablo de los carruseles de mi infancia, los parques de feria, las filas en la boletería, los algodones de azúcar, la miniradio en la mochila. Te cuento cómo papá sacaba su canon y se lanzaba a tomar fotos como reportero de la sección luces, con encuadres perfectos y el cielo nublado de Lima con sus nubes grises, la voz de Los prisioneros cantando Estrechez de corazón. Una cosa en el pecho, un espectro, un gnomo rebelde, un júbilo en el vientre a la altura del ombligo, un sonido adolescente ascendiendo hacia la cara enrojecida cuando el carrusel giraba y se llevaba las risas de papá, el viento como un silbato, tuuuuuuuu, susurro de aire cayendo sobre nuestras orejas, y la boca con pelusas rosadas de dulce. Tú te desperezas y me persigues como un felino tras su hembra, pero te cuidas porque sabes que no me gusta el asedio fanfarrón, la caza del monstruo manso. No me finjo gata, no te araño. Yo soy tu pantera por un rato, tú mi animal de ciudad con algo eléctrico en el asalto y me olvido de los carruseles y de papá, mientras nos entrelazamos en medio de la noche que nace. Etiquetas: carruseles, los prisioneros, relatos Animal despierto
7.6.08 @ 11:33 p. m. Miro tu cara barroca porque dixit el arcángel sucio ustedes sanos. Aquel mendigo que nos miró sin rabia, distinto a tantos mendigos amenazantes, legañosos y violentos como si hubieran corrido, sudado como animales de carga. Decía que te miro, como un animal despierto sin deseo de inmortalidad. Cuando te vayas tal vez recuerde que a veces pienso en cyborgs obsesivamente y en las películas de Cronenberg, porque me sugieres extrañeza después de la fiesta de la carne. Y lo absurdo es risible cuando se sueña con chatarra magnética y autos ensamblados en diseños futuristas. Atrás del telón de las imágenes, funambulistas suicidas. Un crack de fantástica violencia. Pero ahora sigo siendo un animal despierto que quiere escalar hacia cimas, lejos de la ciudad fracturada y cerca, muy cerca de ti. Desato mis soundtracks tocando la punta de mi lengua. Giro y allí estás. Etiquetas: cyborgs, david cronenberg, relatos Los amigos, las soledades, el blog
5.6.08 @ 4:06 a. m. Si me detengo a pensar que la vida es como en los films de Todd Solondz, me viene esa cosa turbia y triste a la barriga, al fondo, más allá de los intestinos . Así se siente. Pero yo noy alguien que se desgañite o se ponga tristona por horas, y no sé si creer que eso es una virtud, Si todo es tan evidente, porque recuerdo a una amiga que solía emanar una vitalidad aunque estuviera deprimida. Era un caso, lo sé. Rodaba por una pendiente peligrosa de la que escapaba conversando largo tiempo. Una de nuestras amigas era su terapeuta a la manera de dedicada oyente, levantándose para estirar las piernas, tomando agua mineral, sosteniéndola cuando ella lloraba porque no resistía un segundo más esa avalancha de nudos atragantándola, Si no se ahogaba y ya no podía reír ni burlarse de sí misma. Estallaba, pero intentaba con todas sus fuerzas, no ser insoportable con quienes la querían. La vi siempre acompañada cuando necesitaba que la escucharan. La cercanía de los amigos, el bolondrón festivo en los paréntesis, las reuniones en los bares, alejándose de las terribles noticias porque uno de sus enamorados se había muerto en una explosión y ya no quería oír noticieros, saber sobre atentados, no más. Me preguntaba sobre cómo el blog ha sido como una tabla en medio de un naufragio en algún momento. Una navegando en una rústica balsa, escribiendo en medio del oleaje. Y el rocío cayendo de la nada, es decir, un sueño hecho realidad, o no, una ilusión con balsa, océano, y ese rocío cayendo de pronto, porque sí. Me preguntaba cómo hemos llegado a este punto, en el que nos hemos distanciado. Vivimos en lugares tan lejanos, y nos acercamos vía blogs. No todos mis amigos escriben, (en realidad casi no escriben) llevan unas vidas vertiginosas, mucho más que la mía. Pasan por otros continentes, son realmente unos outsiders, no tienen hijos, y lo único que pienso les falta es contar lo que les ocurre. Pero ellos no demuestran enamorarse de las palabras y al demonio:¡suck!, no tienen por qué hacerlo. * La vida no es para todos como los films de Todd Solondz, pero eso no es tranquilizador, sólo que se relaciona de alguna manera con lo que he estado rumiando: el por qué han habido pocos comentarios en Film X. Más allá de no estar en los círculos de escritores o de gente que se considera artista, no chateo con nadie, no me inscribo en redes de facebook ni en ninguna afin, y no porque me crea una antisocial sino porque de verdad mi tiempo ya está bastante constreñido y porque aunque mi hijo ya no está conmigo a tiempo completo, tengo que verlo, saber cómo le va aunque no sea yo una típica y ponderada madre. Y porque no quiero fastidiarlo, que es lo que más me molesta de los padres. Sólo que a veces es inevitable, como ahora que sé que el reaggeton ha llegado a su vida, aunque desde recién nacido escuchaba durante años, Radio Filarmonía, que es una emisora dedicada a la llamada música clásica, aquí en Lima y ambos amábamos a Mozart. Aunque él no se emocionara con Wagner, quería a Handel. Así es de fuerte la red social, que te lleva a escuchar música horripilante como si fuera gloriosa. A mí me hablan de reaggeton y encuentro por todas partes unos sonidos a los que no les atisbo ni siquiera un noise estimulante. Y otra vez al diablo me digo, así que lo que hago es suscitarle a A, o intentarlo, un interés por varias expresiones musicales, por las maravillas que aparecen y nada más. No puedo imponer a un niño lo que a sus cuatro años hubiera hecho, como llevarlo a talleres de música. Pasó el momento. Y es también eso la soledad, o cierta soledad. Pensar en todo eso sabiendo que lo escribes para que solamente lo lean, mas no importe, es decir para el 99% no importe. Así que me muevo en un medio donde la soledad tiene cara de blog y hay días que son como sesiones maravillosas, entre el twitter, la bitácora y los trabajos en casa, los biorritmos de cada día y de cada noche. Me doy cuenta que de alguna manera me estoy quejando y quisiera decir que no, que no me quejo ni quiero hacerlo. Pero todo me indica que sí quiero, más que quejarme, regañarme, por esa necedad de quien se dice que no dejará envolver por ninguna clase de espectativa. Es por el agnosticismo decantado, traicionado por mí al esperar algo, alguna señal. Es una idiotez, muy humana. Así que Nietzsche asoma con sus bigotes grandes y su mirada fuerte, con su Así hablaba Zaratustra, para hacerme pensar no en un superhombre que ve a la gente como una masa de gente inferior, sino que se separa de la gente, que se distancia para contemplar el bosque. Y que eso es necesario por un tiempo, porque a mí me gusta la gente en el sentido más expansivo, para compartir música por ejemplo, para conversar sobre Jan Svanjmaker o sobre los espárragos frescos que vi en el supermercado, o sobre la lluvia en estos días, y acerca de cosas sencillas, fetiches por ejemplo. Porque te encuentras con unos éxtasis que son como signos de una revolución molecular, impresiones, admiraciones, descartes, en fin, es todo un universo y por eso me gusta conversar y conocer gente, que es una poderosa manera de sentirse vivos. Lo que necesito es ir a una fiesta. ¿Ustedes van a muchas?. Una fiesta báquica, una gran fiesta. Eso necesito. en un estilo mitológico con reminiscencias bárbaras. Postrock y eros. Aleluya. Etiquetas: fiedrich nietzsche, jan svanjmaker, postrock, radio filarmonía, todd solondz Post puente
4.6.08 @ 1:50 p. m. Fue una marathónica sesión con el blog. Me atacó el insomnio. Tengo que salir por unas de esas movidas impostergables y creo que me dormiré en el momento menos pensado cuando sienta las pestañas pesadas. Todo parece un carrousel de otra dimensión y es gracioso. Gira el carrousel y caen los pensamientos. Voy a leer los periódicos, a tomar café intentando protegerme. Salgo... Les dejo un buzón en el blog. Cuando alguien se anime a decir algo, deja su mensaje y será como si nos carteáramos. Epistolar la señal. Un hola, un chao. Me dio apetito. Lo más rico será comer algo silvestre y ver a D y a A. Hasta la vista, muchachos y muchachas. (¿Bailamos The Trickster?). Nota: A mí me gusta entrar a lugares con un click, como si abriera una puerta. Me parece algo análogo a las muñecas rusas, esas matriuskas que se guardan entre sí, o lo más cercano a un despliegue cibernético,en una de esas conjunciones en las que como en el País de la maravillas, emulamos a Alicia, entre conejos, máquinas y música. Bienvenidos a estas incursiones en F X. Salutes y salutes. Etiquetas: a, amanecidas, la niña musa, otra fase de film x, radiohead plástico brillante
2.6.08 @ 2:29 p. m. - un maniquí con la cara de sharon stone - una estrella de mar fucsia - un vestido flotante - tus moléculas alteradas en un cartel con letras fosforecentes - mi sexo abierto como una rosa o una medusa en una reproducción abstracta - tu sexo cerrado como un puño o un ataque de asma - tu sexo tu sexo tu sexo liberado en una gigantografía - girasoles de van gogh en gelatina (es una ilusión óptica) - un cielo estrellado con la cara de una actriz de porno tan dulce como una novicia perversa - un océano en perspectiva perpendicular con veleros del siglo pasado y un ovni que llega embistiéndolos - una oración tántrica, con delirios ininteligibles - un starbuck con ventanas enormes y ventiladores con forma de ojos - gaudiana maqueta color rosa eléctrico - la cara de zizek sacando la lengua como si fuera einstein pero no, es zizek con hambre - un beso con lengua entre frankenstein y ofelia (la de hamlet) - un paisaje erótico en el plástico derretido y una explosión de postrock en cada imagen que habla de nn rotaciones del juego. un deseo de desnudez absoluta. el cuerpo la guitarra
@ 12:18 p. m. lo único que sostiene a purple rain es la voz de Prince. su camisa de blondas es muy fea. recuerdo que me gustó verle con aquel sombrero rojo en una tocada que puck linkeó en zt. recuerdo cómo tocaba la guitarra eléctrica. es decir, la guitarra era un órgano de su cuerpo que estaba allí en sus manos. o él estaba dentro de la guitarra, como en un viaje astral, algo así. y ahora le veo en esta horrorosa pela, después de tocar, parado en su camerino, sonriendo de pronto como un niño, saliendo a recibir los aplausos de los fans, y una muchacha llora cuando lo besa. después el público le demuestra su admiración y él canta otra vez esas canciones con reminiscencias a música disco que no me gusta nada y de todos modos el destellazo aparece y hay cierta belleza en ese film. todo por prince, nada más por prince. Etiquetas: prince remix noir
@ 3:41 a. m. desde la alta fidelidad de una megaconsola, el cuerpo se balancea fresco como en un videojuego, con sprigg y crono raudos, extendidos en el espacio sideral. ninguna guerra ahora tiene poder sobre mí y eros viene como nos atrae, sin fotos ni viñetas de cuerpos desnudos con esa transpiración pajera que ves por todas partes, en films porno demasiado simples y sabes que no pretendemos flamantes hallazgos, películas donde la rutina sexual se muera, se cubra de algo que la destruya. algo que sea delicioso, como tu órganos genitales brillando mientras god is an astronaut sella las manchas húmedas de tus jeans, de tu oscuridad espontánea, tu dulzura esquizoide. algo que no comprenderán los conservadores en sus aparatos teóricos grandilocuentes. porque te reciclan las máquinas del lenguaje y eso es tan despreciable cuando todo lo que te dicen es basura adornada, como dinosaurios de plástico que un nene de tres años admira en un museo de la pre-historia. en medio del pandemoniun de los aburridos estetas, hay un gusto por sentirse profetas, por enarbolar un nihilismo que solamente el viejo emile o el misógino michel h te lanzan a la cara como bofetadas o como golpes de luz indistintamente. así que no preparaste obsesivamente el texto durante días sino que lo lanzaste después de incubarlo dentro de una idea, de unas sub-ideas y de detalles frágiles y por ello, valiosos como si fueran rarísimos corales encontrados en un batiscafo o en una cabina naútica con enredaderas de azares. todo es rico, todo sabe a alegría. no hay artificio, tú creas la imagen, su sustancia, su mutación viene cuando tu cuerpo se mueve como lo hace un animal salvaje. volteo y todo cambia. allí estás, tú eres el otro, quien nada me dirá al final, acaracolado cuerpo, porque más pesa tu solemnidad que se resiste a la ligereza de una posibilidad erótica, la anárquica venganza del niño, el remix irónico, todo demasiado lejos de tus contrataques, tu resentida sinfonía. caústica ruta. me distancio de la animalidad que no baila. tengo hambre y ya me di cuenta que a esta hora de la madrugada los bares más hermosos de la ciudad están cerrados, y que todo se parece a una despedida de las cofradías, pero no sé si me importa. Etiquetas: crono, emile cioran, god is an astronaut, k, michel houellebecq, sprigg ◄ Older & Newer► |