“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean"
Bosques y máquinas//
“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean" outsider
28.6.08 @ 5:01 a. m. estuve leyendo textos sobre lo queer. antes mi primer referente fue judith buttler, con ella asumí rudimentariamente lo queer y es ahora cuando tengo más clara la idea de los transgéneros. inevitable que me haya entusiamado con su lenguaje rupturista. a los escritores queer se les escucha distintos y esta constatación me hace adentrarme en el gozo de la comunión. encuentro en la gente queer, direcciones amicales profundas. por otra parte tomo consciencia acerca de la precariedad de textos míos, de ese aliento que no tiene mucho que ver con lo que me constituye actualmente. creo que es la historia personal lo que te afecta y a mí me afectaron las vivencias monjeriles, desde lo ridículo hasta lo trágico. las cicatrices quedan en el cuerpo de la memoria. necesitar un entorno cálido sin que te vuelvas dependiente de su espacio afectivo te expande. nutrirlo como un Todo, sin quedarse sumidos en abstracciones deviene en intelectualizar sin separarse de la experiencia de la ciudad. el cuerpo ciudad, el país sin rótulos. al mismo tiempo me detuve a meditar sobre mi primer blog y cómo escribo en él con un tono concreto, un tono que suena a praxis directa, donde la subjetividad se diluye, cuando la subjetividad me constituye y yo a mi vez la constituyo. asumo que desde niña me atrajo lo outsider y ahora, lo queer se me presenta como outsider en sus facetas más fluídas. busco el link outsider que reconoce al otro como su semejante. me interesa caminar entre los blogs y las calles, alternativamente, como si viajara a diferentes espacios conceptuales que mutan según sea la proposición imaginista. escenografía ubicua. y sobretodo el despliegue de cierta alegría. Etiquetas: k comienza la fase cobalto [wally neuzil le habla a egon]
27.6.08 @ 11:59 p. m. wally neuzil le habla a egon somos las únicas cuando estamos ausentes o lejos yo era tu animal de compañía con la fineza del oro que usabas para imaginar lo que dibujarías yo era tu clavícula y tu sexo mojado y cuando la frontera del cuerpo era difusa tú saltaste sobre otro cuerpo te comiste el mío a la distancia con tus garras con las mismas manos que me pintaban levantándome la falda fui tu música cuando las sombras tomaban tus ojos máquina del sueño rota en el tiempo ahora que estoy entre muertos y disparos tu rostro pasa entre la niebla como una pintura sucia el humo cae y cae sobre mi cara mientras allá en el desequilibrio te vas con una muchacha cuya cara es una rosa amante de pianos y pentagramas yo no te odio yo odio lo que desconoces toda la artillería el pavor el óxido wally no es una flor wally es como las espinas de los cactus y está sola como cuando nació no llora y tiene halcones en la mente y canta lejos de tus palabras como si el último reducto no estuviera aquí sin nostalgia al fin sin nada hacia el tiempo desnudo como un lienzo virgen miro el infinito que es como una broma cruel sobre mis iris y levemente sonrío poseyéndome a mí misma un fantasma egon no te digo adiós no quisiera verte entre los demonios de la eternidad nunca más llena de humo y silencio cual cuerpo extendido y fijo al final de un infantil grito soy la que reina sobre su amor cadáver desamada desamados todo el cielo todo el cuerpo Etiquetas: poétikas egon schiele le canta a wally
@ 3:59 p. m. ![]() te lo dije wally, el amor me destroza. como la sangre del suicida corriendo por la bañera veo el rojo de tu vestido y la espuma es tu blanca enagua y tus medias de seda, tu mirada de antígona copando mi cuerpo oculto entre los pinceles, el óleo, el pentagrama garabeteado sobre la mesa donde escribo cartas para ti que huyes de mis ojos cuando amanece y me entrego a las doradas hojas del verano y a las canciones de los puentes y tus piernas al fondo, a contraluz, mientras te contemplo wally perdida, en la tela con grietas como si fuera mi pecho con tajos de navaja afilada en una pelea de forajidos bajo el cielo lapizlázuli herrumbroso. extraña wally de mar y tierra con tu sexo oliendo a heno fresco en una tarde pintada con colores pastel, sin dolor, lejos de los avernos, imaginando nuestra vida juntos en una ciudad desconocida donde las playas y las calles se junten para que los amantes naden a cualquier hora del día, la desnudez de cada uno con su revelación de púa destruída. pintaría silbando tu rojaeléctrica cabellera cerca de las nubes y la lluvia nos haría niños, después de la unión de tu vagina inocentemente libertina con mi pene suave y violento, ente de brasa luxurioso sin edad y tuyo, alternadamente como en una sinfonía futurista, mi única, mi música wally. me bebería tu extravío, tu gitanería de ghetto, mi maldad desamparada, todos los astros del odio, mi amada, mi perdida wally. ilustración: egon schiele. Etiquetas: egon schiele, jean cocteau, k bisutería
@ 4:59 a. m. bisutería de las palabras muchachos platónicamente obsesos. puntuación de la solemnidad fulera. trino de peroratas sofismas con charm falso que agota las posibilidades de la maravilla en planos infinitos (díganlo, están exhaustos, la luxuria también cansa). ataque de alucines mentales/restregadas ficciones dum dum que son como dirían los malditos de las antípodas te jodiste con el enrevesado filo/sófiko, ellos no lo merecen. desastre embellecido para soñar y soñar secuencias de la elevación fashion. tragicomedia con purulencias noise del odio con caretas. canta re/canta como en coro de adolescentes aburridos guardando caramelos de menta y cocaína en los bolsillos. ricotera del horror con coca-cola y cool erotik. ¿están muertos? ¿están vivos? laureados niñatos contando historias cansinas, hablando de muchachas imposibles. concilio globalizado/ensamble fallido. míralos cómo descienden por las escaleras mecánicas, ladeados con sus risotadas stars para la fiesta en pistas brillantes. sonajita droguis, piruleta del sexo cubierto de palabras que lo aniquilan, un toke de virulencia sublimada. medida de los espejismos, bisutería con barro, identikit de la finish horrisona. eso es el asco/hasco. Etiquetas: reservas para un bloque indestructible Agujeros
24.6.08 @ 1:14 p. m. Pasó la noche e hice una performace solitaria. Estuve en el agujero y floté en su extinción, pasaje de señales arteras. Nocturna develación. Instalación transnegra.. Trans trans el amor que no es amor sino tránsito. Necesito caminar más y conectarme con todo lo vivo. Esa es la clave, la ruta de los soundtracks, la destrucción del último agujero. Puede ser que queden vestigios, así que la comunión soñada no va a ser sólo un apunte, una anotación optimista. Nunca la sonrisa fantasma. Salida hacia los paraderos, los subways marcados, los rostros, las miradas y los cuerpos. Etiquetas: k rosebud
@ 4:29 a. m. ![]() entre otras cosas en estos días sigo con una sensación de estar en un profundo agujero negro y por ratos me sobrepongo. es como les ha pasado a ustedes, de diferente manera, supongo y escribirlo me desencanta respecto a lo que quería decir, sobre impresiones, destellazos perdidos, acerca de algún libro y no estos apuntes sobre mi vida, que para una interpretación fácil sería tipificada como aburrida. tal vez debería guardar silencio y no escribir: y por otra parte es escandaloso que los voyeurs estén a la orden del día aquí, ya que no les diré lectores míos, porque si fuera así habría cierto acercamiento, aunque otra vez voy a contradecirme, porque como tuiteé, mis blogs predilectos tienen escasos comments o ni los tienen. me refiero a que como no escribo un blog temático, sino que desato el intro molecular, la conexión, supongo que sería de amicalidad. una praxis desequilibrada -qué viva la hipervoladura del cerebro- , cierta felicidad, o lo que viene a ser lo rosebud. veamos, mi rosebud es la risa de d y sus abraxos. a me tiene fatal en un período en el que necesito ahondar en deleuze, sucediendo que este pensador me deja en trance, ciertas veces cuando leo cómo dilucida ante un auditorio sus expansiones sobre los puntos de fuga. yo esperaría si estuviera preparada para esperar, que venga alguien y deje un comment sobre deleuze como algo hermosamente tangencial. pero no quiero denostar de quienes leen lo que dejo en film x. basta ya de focalizarme en los voyeurs y en la tentación de tornarme una underbloguista, porque sé que extrañaría percibir que siempre hay alguien al otro lado y que entre los que se sumergen en este film, hay gente con una fuerza para la comunión. lo que me hace tocar en el aire poco a poco lo rosebud. y lo físico, algo que no es amor ni sexo puro impuro. sé que lo confuso se desliza entre la imagen y la sensación ahora que como ustedes quisiera alcanzar algo fresco en medio de lo pútrido y continuar explorando la idea de la que me enamoré, en medio del tráfago mental. stop. momentos de paz llegarán cuando entre al sueño y me aleje de ese frenético movimiento interior. llegará la mañana, la ciudad otoñal, los surtidores, los solares en el centro, los gatos callejeros que suelo ver en algún inesperado lugar. y los claxons al cruzar la pista, los ojos esquivos de las mujeres tristes que a veces veo en los parques. no me desespero por lo rosebud, porque de pronto llega y es volátil. sí, a cada rato se oculta y en pleno giro se le toca, ya lo dije, en el aire. monstruo rosebud. monstruo monstruo. rosebud de madrugada, partido como si fuera un montón de cuarzos haciendo el noise de las noches. rosebud. Etiquetas: a, gilles deleuze, k, la niña musa, voyeurs Nada de eso hará que se vaya la cosa
23.6.08 @ 1:35 a. m. La cosa pegajosa que te oprime se va con algo que no se define. Nada de lo que piensas es la libertad recompone la alegría, nada teorizando, y sería mejor ir hacia el eterno verano del que hablaba Uschi Obermeir. Luego ni eso, por eso quiero ser un cómic. Quiero desaparecer en la viñeta. Y ser querida para vivir en la imaginación de los que abandonan las creencias, los dogmas, el polvo de las ciudades soberbias. En fin, quisiera ser yo y que me recuerden por un texto, un poema, una conversación. Y por una noche de fiesta, la noche que se prolonga como una sábana de cuento, una delegación fantasma. Cualquier riff. Etiquetas: k, uschi obermeir Somos violentos, somos pacíficos
19.6.08 @ 2:59 p. m. En estos días me he dedicado a reconsiderar la violencia en sus diversas expresiones. Sigo en ello, y espero compartir con quienes lleguen aquí esta inquietud. Necesito leer algunos ensayos al respecto. Entretanto leyendo textos que no están directamente relacionados a la violencia, las ideas se me aclaran y son refrendadas bizarramente cuando en el bus un borrachín intenta tocarme la cara. En fin, no le diré a eso pequeñez ni gran agravio, pero sé que fue algo violento. El tipo me miraba con el líbido disparado animalescamente y su olor me daba naúseas. Me cambié de asiento gracias a que mi compañero de trayecto se puso en mi lugar. La gente se veía cansada y apretada a las 10 y pico de la noche. El incidente no fue algo que removiera a los pasajeros y cuando el borrachín bajó a su destino me dije que tal vez en su casa se portaría como un patán. Ojalá me haya equivocado. Querría escribir más en este momento. Y he de salir, mientras el bebé que vive en el tercer piso otra vez llora y su madre grita enojada. Violencia. Etiquetas: viajes de bus, violencia Arrebato
@ 3:23 a. m. Vi Arrebato, un film del que había oído hablar con reverencia. Lo que es declarado como obra de culto puede decepcionar a quienes no se emparentan con sus coordenadas generacionales. Pero sucede que hace tiempo corté con los esquemas, dogmas, apreciaciones sentenciosas. Sólo puedo decir que la película me dejó algo inquietante en su final de cuarteado con esas rayas de película rodada con cámara antigua. Que había algo en al afectación del narrador actor y que toda la película fue en sí bellamente turbia. No es que el guión fuera impresionante ni es eso necesario o determinante para hacer un film redondo, lo sé. Arrebato con sus diálogos que a veces no se entienden, por lo que aunque sean hablados en el idioma castellano tienen ese acento español que o bien es el audio ono sé qué, sólo que no se escucha claramente. También se perdía algo de lo que decía Cecilia Roth, sin esa voz ronca que le conocí en Todo sobre mi madre. Di el click al repeat y esperé que Arrebato terminara. Aquella obsesa búsqueda por filmar algo fuera de los márgenes permitidos, que el chico con tics en el rostro contaba era el arrebato contado, mostrado, vomitado hasta el final de la película y lo que pasaba con los otros protagonistas era complementario. Ahora que recuerdo ese baile de CR con ese toque cómico rociado de sensuales guiños, sonrío. Era como una bocanada de frescura en medio de la sordidez. * Dormirse un rato y despertarse por el frío. A abrigarse. Aquí se siente el invierno y mientras acabo este post veo un lago y unas sonrisas en una serie inglesa de escándalo londinense. Apago la televisión. Otra vez el sueño vendrá, el territorio sin límites. Imagen: Yoisbamba. Etiquetas: arrebato, cecilia roth, todo sobre mi madre devotage (III)
13.6.08 @ 7:32 p. m. me he puesto una casaca nueva, color verde petróleo hecha para andar donde cae la nieve. me he sentado sin té al costado, con un aire de junio filtrado por el texto, una aire oscuro, un aire helado y tibio al maniobrar sobre tu imagen de portarretrato, una invención sobre el monitor. tus ojos, la diapasón de un cello, el juego de las monjas, las coronadas de los tiempos coloniales, las feudales de los 90's en las horas de clase, una subrepticia manera de atentar contra ti. te coloco al lado de los fantasmas, para desasirme de la ansiedad, los boletos del subway, tus mails, tus textos concentrados, tu entrada a mis sueños con disquisiciones sobre los días veloces entre paraderos, una niña que está en el kinder, un ajedrecista que junta estertores en su mp3, una vida paralela a la de los filósofos juveniles, los posts del bárbaro, las funciones de cine a deshoras, los cuadrantes colapsados porque no hay brújula cuando navego en este mar. de una ciudad llena de espuma en verano nace algo que no capturarás aunque seas un hechicero sin reino. así la magia que imaginamos alguien ostenta se desvanece rompiendo el lienzo, para que la máquina deseante se restituya en spirales, toda fresca como en una celebración, algo a punto de enloquecernos si consideramos que somos todo lo demás, lo que nace, se desarrolla y muere. pero aún hay demasiada fuerza para irse de aquí, space inmenso con sus fluctuaciones entre rutas, edificios, megacentros comerciales, templos modernos, colegios, universidades para jugar a los dados en medio de las enseñanzas, gloria al conocimiento y a sus prisiones, diría dadá. o dixit el músico en su session jazz, todo movimiento improvisado en el erótico movimiento corporal te hará ver la cara de un dios juguetón. y como el delinquir puede ser no robarle a nadie, si no conspirar contra ti sin hacerte daño. porque estás lejos, porque estás cerca, porque desconoces cuán sinestésica puedo ser, ¡a delinquir!. porque si ahora nos conociéramos el universo sería armónico, musical, el paraíso que soñé, algo realmente imposible, un oximoron viviente cuando es sólo un infinito film sucio, como un cuento donde el lobo se come a caperucita roja y luego ella se vuelve zombie y no se sabe cómo, sale y se come al lobo. ya sabes, no es una bonita parábola, de la pantalla no saldré con mi té y mis bolígrafos. ni tú con tu habitual risa contando instantáneas y relatos místicosprocaces. y yo sigo navegando lejos de ti. Etiquetas: relatos, session jazz Espérame
@ 3:41 p. m. Para Juana, hasta los confines del mundo. Bueno muchachos, me largo, dijo el nene engreído. El de las zapatillas nike y la casaca de marca francesa. Non plus. Yo le miré y me fui; ya saben cómo es eso de hartarse y encontrarse en un terreno pantanoso o en una barca de naúfrago, entre gente perdida y atada a sus posesiones. Estirando estas anécdotas malditas, me miro y otra vez grito porque recordé a mi hermana, mi amiga, con su sonrisa de hoyitos, su carcajada desenfadada, siempre con distintos zapatos, la coleccionista de zapatos, la chica de los tirabuzones mentales. Tirabuzón por tirabuzón, esclarecida ninfa de ciudad. Así la idealización masculina nos ve, pero ya no habrá cronos en el future, regardina underground. Ambas querríamos ser habitantes de un mundo hipercinemático, como en Blade Runner, pero sin Battys muriéndose ni Deckards persiguiendo replicantes. O sino destruir con nuestros cuerpos el corpus del horror. Caligari en la tridimensional realidad o el pop de tu dulce canción, tu alita o la reconcha gélida que te parió dice el bárbaro y armonizamos, somos ácidos, algunas veces dulces. Con los niños quizás o contigo que eres una niña renegada, anacoreta que te fuiste al fin del mundo, a borrar esa espantosa línea recta de la vita vieja, Carmina Burana. Espérame con esas cervezas heladas en la mesa, la flor de lis y todo lo demás. Etiquetas: batty, carmina burana, deckard, juana, k, los cuerpos, replicantes canción de la amante inconforme
@ 2:24 a. m. ayer vi neones en los pasillos de esta supernova perdida en el espacio. fue una visión ligera y muy clara. todas las ecuaciones matemáticas no alcanzarían para apuntalar qué exactitud busco. sé que cuando esta posdata sea leída por ti, estarás en tu sincronizada fuente de placer, entre protuberancias libidinosas como siempre, ahora que el sexo no tiene género alguno y tú apuestas al hedonismo entre telesféricos, galaxias lejanas y oráculos cinemáticos. yo me hundo en una acuosa sensación, como si fuera un molusco pensante. absolutamente ridícula me veo subiendo a un transbordador lleno de muchachas vestidas de blanco encaje, todas como novias solitarias. todas como penélopes ávidas de guerras. la lucha contra el propio cuerpo no me atrae, vanidoso viajero. desde este punto x prefiero saltar a la nada antes que ser tu esclava sonriente. Etiquetas: galaxias, los cuerpos, relatos, telésfericos Wifala
11.6.08 @ 2:11 a. m. Viajaba mirando cómo caía la lluvia mientras las gotas nublaban la ventana. Subió un hombre recio, que me pareció avejentado, con la piel curtida, maltratada como si hubiese trabajado de cara al sol en un campo de caña de azúcar. El hombre acarició su violín y comenzó a tocar sin preámbulos. Se hizo un religioso silencio entre nosotros. El chofer apagó la radio, yo me saqué los audífonos, los niños dejaron de reírse, la noche entró tranquila al bus cuando el huayno vibrante colmaba el espacio, nuestras mentes, los minutos, una dulzura ancestral. Wifala, amor de ciudad y campo, trébol entre las hojas secas, chiquillos descalzos corriendo en la canción. Wifala, violín lustroso, sonido quechua, manos cobrizas, huracán. El hombre tenía la edad indefinida de los que son jóvenes y viejos a la vez. Él y su violín eran como fantasmáticos héroes. Cuando se fueron, vi caer gotas de lluvia en la ventana formando un rostro, una señal, algo que en realidad inventamos cuando ha ocurrido una escena que sabes única en sí misma, como en esos films de la infancia o en los cuentos de hadas. O como en un sueño irrepetible, un adiós. Etiquetas: bus, huayno, llluvia, relatos, violín armonía harmonía
10.6.08 @ 3:22 a. m. Quería escribir algo enigmático, una epifanía lispectoriana breve, un vomitivo con mirada hacia el mar. Pero te recordé y olvidé el paisaje invadido por goliardos y mensajeros criminales. Olvidé la intrusión de una medusa en el texto, el palíndromo imaginario, las escaleras mecánicas, los cestos de frutas que iban a ser un elemento para el escenario noir. Busqué la canción de Placebo y me instalé en la alegría. Olvidé también unas palabras sobre los concursos, los premios mediante trofeos vistosamente decorativos en los blogs, el irónico acróstico, la adivinaza nerd, llamar con el celu a Jstar, mi tadani. Veo a la anédota difuminarse. El texto como nube. El amor como lluvia : Where is my mind?. Podríamos fundar una estética de la alegría, ¿lo crees?. O quizás una estética fronteriza donde los registros de la alegría y la extrañeza se atravesaran como en una pintura expresionista, como un campo de girasoles vangoghnianos, un rumor de hojarascas, un horizonte habitado por autopistas, cafés nocturnos, bares en el fin del mundo. Te miro: tu rostro complementa la ligereza de tu cuerpo, cuando por ejemplo te acercas al monitor y colocas tu videojuego favorito, y sonríes moviendo los dedos. Guardo el slide de tus gestos, un roce procaz que se cae y también cierta inocencia de animal subterráneo. Sí, he olvidado lo que mañana recordaré mientras me despierte lentamente, y descalza me vaya a la ducha, para que el agua me dé algo de lo que somos. El agua en el cuerpo, en las cicatrices, en el sexo, en la sonrisa. ◄ Older & Newer► |