Bosques y máquinas//

“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean"



Limpieza
30.11.08 @ 4:38 p. m.

Justificar a ambos ladosEl movimiento cotidiano. Leer en la noche espaciadamente. Blipear. Tomar té. Levantarse luego de haber dormido 4 horas. Reiniciar el ciclo diario. Limpiar. Debajo de la cama, las bolitas de polvo, encontrar arañas, recordar libélulas, el murmullo de sus vuelos. Un pequeño terror cuando se agolpaba una contra la pared. Las ventanas abiertas. Una típica mañana soleada y es domingo. Usar detergente profusamente, enjuagar la ropa lavada. Limpiar mayólicas. El baño quedará aromatizado. Los jabones huelen a heno. Verde verde y el sonido del agua en la ducha. Hay polvo por todas partes y las ranuras del placard deben ser limpiadas con una pequeña espátula.

La iluminada habitación tiene esa cualidad: sólo enciendo la luz hacia el anochecer. No tengo compañía en esta mañana y escucho la voz del niño que ha aprendido a hablar y que corre por los pasillos. No me inquieta ni molesta.
La otra noche tuve un sueño angustioso. Veía a mi tía y su cara parecía tener un velo como los que usan las mujeres musulmanas. Me hablaba ininteligiblemente pero yo captaba el significado de sus palabras y sentía que todo era real. Me movía. En el sueño estaba paralizada pero mi cuerpo se movía. Ustedes saben cómo son esos sueños en los que uno se siente atrapado y confuso y siente al cuerpo abrumado. El llanto del bebé que vive en el departamento contiguo me despertó. Quise levantarme e ir al depa a tocar la puerta y preguntar si podía ayudar en algo. El bebé seguía llorando. Con él viven dos chicas solitarias. La madre se veía voluminosa cuando se instaló con sus muebles y sus maletas, con pinta de gitana desterrada. Ahora va recuperando su cuerpo y al verla, inevitablemente la asocio a mi primer año de madre. La otra chica me recuerda a Midori*, pero sin ojos rasgados. Una vez vino a pedirme azúcar cuando masterkid estaba aquí. Le hubieras dado todo el frasco, el azúcar es dañina, dijo él. Ya no me sorprende que masterkid me dé esas recomendaciones. Es un niño empecinado en comer sanamente. El ansia de un niño por alejarse de ciertos alimentos, cosas, gente. Puede ser bizarro, pero no, masterkid no habla demasiado, solamente mira intensamente y actúa. Y esa tarde, sonreía escuchando mi réplica. La chica se había ido y nos reímos mucho, porque hace unos minutos una mujer que recién se había mudado vino a pedirme dos soles para dar de comer a su niño. Y eran las 4 de la tarde. Se había quedado sin efectivo y más tarde me lo devolvería. De pronto me veían como alguien a quien acudir, en un misma tarde. Una tras otra. Así te sientes rara, pero te alegras y reír con masterkid por las coincidencias fue al fin como un corolario del día.
Pinta niño la escena, eh.


Una se siente afortunada cuando sabe que cuenta con tarjeta de crédito cuando ve estos casos. En ese momento, recordé los primeros años de masterkid. El quinto lugar donde vivimos, que era una azotea en San Miguel. El mar cerca y a dos cuadras el Parque de la Media Luna. Limpiar en ese departamento nuevo, construído especialmente para alquilar, era un proceso detallista. En las azoteas, el polvo suele entrar en corrientes de aire caliente en verano y ustedes saben, eso es torturante. Pero luego las tardes son bellas en las azoteas y sentarse en las bancas para mirar como anochece es una manera de limpiarse por dentro. Extraño aquella azotea. Uno mira el pasado por el lado hermoso para no recordar que andabas a veces en dilemas por la comida del día. Trabajar cuando aún el niño no camina se hace muy difícil. A nuestras vidas aún no había llegado la computer. La otra noche. Una de las más emocionantes, con Luc y Jstar, estuvimos recordando amigos. Ana y sus marionetas. Ana pasando un año nuevo con nosotros. Adrián, su pequeño niño durmiendo y mi hijo en el camarote también. Dos pequeños ángeles o dos pequeños diablillos si los dejabas juntos más de 5 minutos.
Jstar estaba en el viejo Continente y Luc ya vivía en la ciudad de las Torres Gemelas antes de aquel 11 de Setiembre. Nuestro caminos se dispersaban. Lima seguía siendo épica pero ya no estábamos juntos. El éxodo de la gente a principios del 2000 no era tan fuerte como en los años de atentados en Lima y el país, pero la gente seguía marchándose.
Nosotros nos quedamos.
Lima en los inviernos puede ser devastadora climáticamente. Pero Lima copada por el terror se había convertido en una ciudad siniestra para muchos. Ningún invierno desolado a pesar de todo. Uno se va limpiando lentamente entre marejadas Pero debes ser constante, porque sino retrocedes y te ensucias, te llenas de dolor, te alejas de la fiestas, de las noches tranquilas, de los libros, del cine. La ciudad puede ser una madre cruel.
Lima, cada vez crece hacia adentro como una ciudad que descubres si la quieres. Su complejidad llega a ser absorbente. Cada uno experimenta a su ciudad de manera distinta, lo sé. La idiosincracia reúne sentimientos que vienen desde antes que hayamos nacido, como especies de genes históricos.
El último de una estirpe soberana: pienso en Taulichusco. Cada vez que voy a ver libros en el centro de Lima, paso por la piedra monumento que está en un pasaje, cerca de la Plaza Mayor.
Contemplar la piedra: verla como una erosión de los siglos. Poderosa sensación.



*


Un hombre mira una máquina.

La máquina mirando al hombre.

Si la máquina mira al hombre, si lo mira realmente, ¿significaría que el ser humano ya no es el único ser vivo que tiene el poder de mirar y por ende, de imaginar? ¿la máquina imaginará a una velocidad que el ser humano no tiene? ¿qué pasará? ¿de qué limpieza podría hablar una máquina si aborda la subjetividad?.

Respuestas pragmáticas. La claridad, el raciocinio, los discursos, las soluciones. Conocimiento acumulado y fagocitado. Lobotomización. Dogmas.

U otros caminos. Que hace rato existen. ¿Limpieza?.
Máquinas, seres deseantes.



* Midori, personaje de Tokio Blues, Novela de Haruki Murakami.
Foto, vía Google.

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Oooh, al final comeré cereales y veré a Reiko.
29.11.08 @ 10:37 p. m.

Midori ganaba dinero escribiendo leyendas para los mapas. Personaje de Tokio Blues, Midori. La conocí anoche. Hoy ella cantaba mientras se incendiaba la casa vecina. Muchacha extraña. Y lo que contó era tan terrible pero a la vez una ríe y ríe.
Watanabe, Naoko, Kizuki, Midori, Tropa de Asalto, Nagasawa, Reiko. Los estoy conociendo.


Contrastes.
En Mumbai la destrucción y aquí yo, registrando la cotidianidad. Molecurizando como una outsider que busca serenidad.

Pero hay momentos en los que quisiera apartarme de la contemplación y asaltar la ciudad.


La vecina que vive en el departamento, frente a mi casa, vino para pedirme disculpas porque su nene rompió una bonita maceta que acompaña a otra en el pasilllo, aparte de las cinco más que tengo en los pasillos y escalinatas. Y pensar que obsequié unas, así que las que me quedaban las distribuí cuidadosamente y suelo regar las plantas aunque no con tanta dedicación y lo noté mientras hablaba con Rosa. Por aquí me miran con una curiosidad que intuyo cuando parecen traspasarme con las miradas, sin hostilidad alguna, pero esos ojos posados sobre la delgada mujer que vive en una pequeña habitación parecen decir: ¿por qué vive aquí?.



De ninguna manera cobraría por el costo de la maceta. Recuerdo cuando masterkid corría por los pasillos cuando vivíamos en un departamento amplio que alquilé especialmente para que corra y juegue. El parquet era ideal para que caminemos descalzos.
Una de las sensaciones de levedad: caminar descalzos.

Rosa me pedía disculpas incesantemente. Me azoró.


El otro día me di cuenta que me he distanciado de Bikini Kill. Pero pasó algo que me convenció acerca de lo importante que sigue siendo. Estuve con un nudo en la garganta, en un largo trayecto y en el mp4, ellas irrumpieron ruidistas, como si gritaran contra el mundo. O es que ellas son indolentes, airadas, gritonas, atonales. Y en vez de molestarme, atenuaron la tristeza que amenazaba en tomarme y convertirme en un guiñapo. Noooo, diox, no.
Muchachas ustedes son preciosas, madanis noise, las quiero. Ni delirante, las defesnestraría.


La tónica de Blogger ha determinado que haya followers de blogs a blogs. Por ejemplo, yo soy seguidora de Miss Violence . Y sin la menor duda, creo que su Hypomnemata es un madani que me acompaña. Y sobre seguidores, como también les llaman en twitter, no me he registrado pero cuando hoy vi en el panel que tengo un seguidor, me quedé encantada. Alguien daba su tiempo para identificarse como seguidor. Le daría un beso.

La configuración de este template no me deja poner el favicón que solía poner y que es una especie de pequeño logo en el navegador donde se ve la url correspondiente a Film X. Tampoco me permite mostrar a "los seguidores". Así que quien se anime a registrarse como seguidor de esta zona, ha de saber que lo sabré solamente yo. Y que lo apreciaré. Por mi parte creo que formalizaré que sigo algunos blogs.
Otro día escribiré sobre los seguidores en twitter. No creo, de veras no alcanzo a creer que quienes tienen más de 500 contacts sigan todos lo twitts. Supongo que se decantarán por algunos. Que no se los querrán perder por nada. Los seguidores.



Y estaba sonriéndome por lo que escribí en el anterior post sobre cómo extrañaba -extraño, sí- a Blogueratura. Tal vez les pareció una exageración, pero es que haciendo click en Blogueratura, a veces leía bitácoras actualizadas y cuando encontraba un post interesante me alegraba y alegraba. No abundan los portales literarios. ¿Cuándo volverá Blogueratura?.


No me canso de twitter. A veces sentí que me abrumaban las conversaciones que leía, y opté por leer timelines de cada tuitero en algunos casos. Y aunque no me propuse molestar a nadie al desfollowear contacts, creo que eso sucedió. Lo lamento. No es una expresión cortés. Realmente en un primer momento me sentí como si violentara algo tácitamente normado. Luego lo pensé y me di cuenta que no delinquía y que sea como fuere, seguiría leyendo twitts en timelines, excepto los que tuvieran candado. Y eso no lo puedo controlar. Si hay tuiteros que escriben no para el total acceso, ¿qué puedo hacer?.



Qué duro cuando sientes que no puedes hablar sin cuidar mucho tus palabras. O no sé, algo pasó. No puedo explicarlo, es muy personal. Sólo sé que quiero muchísimo a mis amigos.




Qué inquietante enamorarse. Me digo que mientras me dure, es benéfico. Y que lo único que quiero es no ponerme ridícula. Y escribir. Nada más.

Descubrimientos musicales recientes. Los amo: The blue seeds, Clem Snide, Cranes y Meniscus.

Cierra este post un tema de Cranes. Graciaaaas generoso flashmen.






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noviembre y los puntos suspensivos
28.11.08 @ 6:48 a. m.

recordando a las instalaciones vistas este año, me he reído imaginando una mujer de hojalata colocada al pie de la puerta. vivo en una habitación, le llamo casa porque es mi casa, la más pequeña que haya tenido hasta hoy.

pronto el año terminará. y ya siento sus ruidos finales, casi como estertores. el año y su punto final o ¿acaso el año con sus puntos suspensivos?.
percibo que el film x apenas es leído. es algo que no se me quita de la cabeza y he dejado de hacer pings a los portales en los que lo apunté. avisar en twitter que he publicado un post, es algo que no me provoca acometer.
extraño a blogueratura. y desde que ya no está en línea, forma parte de una bruma que por ratos cubre las palabras y los gestos.
el efecto blip.fm evita desvaríos. ríete, es un efecto de largo aliento. publicas y el silencio se asemeja a una cura, como si te hubieras ido a un monasterio a meditar. blip.fm y last.fm como puntales de los días. hallazgos musicales. puzzles. rupturas.



tengo un post-proyecto blog. los borradores, la música, los nuevos libros, están apilados a mi lado o en la mente. me falta algo, quizás una alegría inédita. una funciona en temas de vida por clicks emocionales hasta cierto punto.

ya no tengo jardín. no quiero escribir aquí sobre mi niño. hubo un tiempo en que solía hacerlo, pero ha cambiado mi mirada y guardo su cara bonita en los reductos del film x. a mi pequeña musa a veces la muestro, fugazmente. hace poco vi unas fotos en las que está con su madre, fechadas después de su actuación en la clausura del comodori. y hay verdades que son como puñetazos.
mi masterkid no está aquí. la habitación, los trabajos eventuales, el proyecto, twitter, la ciudad. cierto vértigo llega a veces, como sucedió la otra noche que vi a distancia a gente que alguna vez me emocionaba ver.

la ciudad parece comprimirse y desfallecer. pero no, su violencia arroja escenas superpuestas y una prefiere detenerse un instante. en esas bancas de plazuelas, dejando que el viento te golpee el rostro y que tu madre, la ciudad venga silenciosamente en medio del noise a abrazarte. es algo raro, lo sé. no es una experiencia mística. es un vínculo, una identificación dinámica como un karma en el centro del vértigo.

aaaah, sí. cae el blanco ruido en los ojos.



*


mi querido film x fluye. ahora es under under y a sus tramas llegan quienes lo recuerden. gracias visitantes. nos afectamos en las palabras y el bólido tiempo. voy a tomar el último té antes de dormir. me gusta tanto ver cómo nace el día y el cielo de Lima es de un gris azulado, que nunca me parece feo.
something beautiful canta clem snide. noviembre merece una gran canción.





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Afinidades en el aire
26.11.08 @ 8:38 p. m.

Mi verdadera naturaleza se relaciona con el humor y la música.
Saltar por las calles -lo que ahora hago cuando paseo con mi pequeña musa- y reunir objetos por el impulso fetichista. Todo alterando el cuerpo. Como ahora que sucede analógicamente en twitter. Las afecciones, las intersecciones, los intersticios. Desgajarme de las tristezas.

Contraataque o pulsión alegre.

Amo las voces dispersas que alteran mi physical ser.

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¿la eternidad?
@ 9:32 a. m.



Tenemos que recordar que no existe eternidad...
Héctor Lavoe.





Pasan las canciones, el olor de la ciudad, del sexo, la intemperencia, la tersura de tu piel, la risa, la lluvia, los niños jugando en los parques, las partidas de ajedrez, las fiestas, los crímenes, la misma muerte. Todo pasa.

Ya no los veré algún día. Todo parece haber sido dicho y no, porque volverá a ser lanzado en cada punto cardinal del planeta. De la soledad y su mecánica, hablarán una y otra vez.

Tu simple canción, la de los momentos extremadamente cotidianos también desaparecerá contigo. Ilusionismo, reciclaje emocional.

La metafísica acaracolada. Aparte.

Concreto cuerpo.
Abstracción musical, es lo único que quedará cuando nadie te diga algo, una sola palabra dulce. Y qué swing tan solitario. ¿No importará?.

Quizás el llanto del nacimiento, retorna. La risa lo mata. Dame tu risa niña. Polifónica.

Temporal el texto. Busco algo más denso. Terrorismo íntimo. Serenidad hacia dentro como consecuencia.

Escribir otra vez.



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Devotage 9
@ 9:02 a. m.

Ese final del episodio* sobre un inspector jefe que confiesa cómo mató a un hombre. Pensaba que era el asesino de su hija. Y habla del abrazo.
Tendría que haber sido abrazada una vez . Y no ser lanzada a ese lugar.

Desesperante música de Steve Reich Piano Phase en ese loop que Glenn Branca usa de una manera polianímica. SR lo despliega para el tema punzante.
La cadencia íntima del cuerpo que absorbe la música. Reich prefigurando el efecto.


Un asesinato cometido al hombre equivocado.
Unos ojos de mujer perpleja, cayendo al vacío. La mujer del Inspector en un instante sabe que su vida fue una mentira profunda.

El vacío. El vacío.

La filosofía, todos los absurdos, los desencantos, el humor fácil, las miradas sesgadas, el juzgamiento, el amor artificial.

Entusiasmarse, amar lo imposible, reunir imágenes felices, transformarse al escuchar una composición compleja. John Cage.

Y los retornos. La belleza. La lucha travestida. La gran tristeza.

No vas a recuperar los momentos hermosos y ese es el costo de la felicidad. Lo irrepetible.
Ian Curtis cantando Atmosphere en la mañana nublada. Y otra vez volver al cuerpo, salir a explorar la ciudad, su corazón. Taquicardia de la ciudad. No hay Faustos. Hay máquinas turbulentas. La ciencia. La sangre.

Volver.



* Episodio de Inspector Morse, en el que IM resuelve un caso donde está implicado un Inspector Jefe.



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mataré al tipo de la mano larga
22.11.08 @ 8:41 a. m.

¿qué necesitaré? una cuerda de nylon, una escenografía visceral, un estado anímico magnum. y más, algo impreciso.

el tipo morirá. tengo que escribir. pero ahora no. son las 7.40 a m y ya no aplazaré el sueño.

el postdrunk se mueve como un péndulo. fin.

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Le quité la eterna noche al Film
@ 7:16 a. m.

Antes de la acometida, pensé escribir sobre Jesus & Mary Chain y Animal Collective, sobre Betteo, y en párrafos electrizantes, habría dicho algo sobre mi bella amiga Luc. Dioramas en el alba.

Sayak.
FantasticCat.

Leí unos posteos de Iván Thays, y querría leer textos de Mario Bellatín, de Virginie Despentes, y decirle a Pablo que no creo en Obama incondicionalmente, pero que sí me inspira confianza. Que no soy su fan, que sí soy fan de Glenn Branca, que saldría ahora mismo a la ciudad envuelta en la movida APEC, sino fuera porque son más de las seis de la mañana y ya pestañeé y bostezé en este punto móvil. La diapasón del blog y twitter.

Me voy al sueño.
Te veo Luc, desayunando y tus lirios tienen gotitas de rocío o es el efecto de la bonita mesa, un pequeño golpe visual.
Acaso leas este post. Ah, el bólido tiempo, querida. Mañanas como ésta y nosotras.

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reminiscencias
19.11.08 @ 4:21 a. m.

todas son reminiscencias. de remolques oxidados en el garage de cartón. primero fueron los autos de metal, luego las canicas tornasol, las marionetas con ropa de cuadros, encajes y drill.

la primera menstruación como si fuera carrie sin poderes, el crecimiento de los senos, la delectación secreta. el beso de un pecoso pelirrojo. sónicas y más sónicas entre la lluvia y la distancia. tu distancia, tu muerte, tu renacimiento de perseguidor inocente. las calles peligrosas, las bombas, la filmoteca, los comics. todo era brumoso o despejado. pespuntes perdidos de una caverna antiplatónica, y crepúsculos rojos.

o todos los vinos, las cervezas negras, los zapatos de baile, la robótica naciente, las computers modernas, la fuga, el olor del sexo, las frutas. todas son reminiscencias, todo es hoy.

el llanto del bebé, la herida en el vientre, el ulular de las sirenas, ambulancias y silencio. hospitales sangrientos, médicos y bisturís. cloroformo, pinzas, el corazón tan oscuro y la resistencia.

son todas reminiscencias, y tú eres el rastro más fuerte, que también se irá.

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¿Por qué me gusta ahora Bob Dylan?
12.11.08 @ 3:44 a. m.

No sé por qué Bob Dylan no fue parte de mi adolescencia. Recuerdo haber escuchado precisamente sus canciones Folk y haberlo bloqueado en ese punto. Mi oído aún no distinguía su sónica, su manera de cantar transmutándose en otro terreno, traspasando la formalidad folk. Así que me olvidé de BD hasta que en la blogósfera me topé con posts supraelogiosos. Dylan si no era una divinidad, era una especie de héroe, de guía, de amor. Y por otra parte tenía y tiene sus detractores. Un grupo de bloguistas heavy en sus concepciones de la vida, pero no heavy por ser fans de la music metal. Niet, me refiero a Heavy en el sentido de ser algo cínicos, es decir como puedo serlo yo en ciertos momentos o tú que lees este post. Pero es como si ellos desde ser heavys pasaran a ser hardcores. Y al decirlo, me siento como si también hablara de mí, pero es raro, porque puedo escuchar horas a Colleen, con sus sonidos delicados como a Rammstein toda una madrugada. Llegando a este punto, lo sopeso y creo que a Rammstein no lo escucharía tres horas seguidas. A Colleen y a Debussy, sí.

Es el eclecticismo. Rammstein y Bob Dylan no armonizan pero en el imaginario personal llegan a ser complementarios. Bob Dylan suena a despreocupado, dandy, libertario, aventurero, mientras que Rammstein suena a asalto al propio cuerpo. A sacudón, catarsis, rabia, energía ruidosa, potencia.

Ahora me gusta Bob Dylan, creo que debido a la necesidad de la elegancia. Dylan es un referente, y propicia tomar un vino helado, vestida como una diva o con gestos de diva, con la risa abierta como un mañana veraniega. Tiempo de helados. Dylan y su bonita cabeza. Dylan y Kerouac en la canción. BD se introduce en el cuerpo como la sangre de una transfusión.

Nada lloroso, imagino a Dylan jugando basket con Allen Ginsberg y en algún momento a A G le provoca burlarse de Dylan, así que le dice algo sobre su desordenada melena, a lo que BD replica con un humor indefinible.

Y es un gozo por ejemplo, pensar en Dylan, fresquísimo, entrando a una megacentro comercial para comprar zapatillas y un bidón de agua mineral. Y el soundtrack de la vida suena, Dylan canta.

Creo que ahora me gusta Bob Dylan, porque la ciudad está en las canciones de BD, en su constante cinemática y si no fuera porque escribo en la madrugada, improvisaría un graffiti pequeño pero jodidamente impactante. Unos ojos se verían hacia la esquina de la pared. Los ojos de BD, claro. Directos e irónicos como él.


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devotage 8
9.11.08 @ 7:22 a. m.

¿de qué se trata toda esta sónica nocturna?. no, espera, amanece y me hundo ligeramente en mi alegría de animal mutante. le doy la vuelta a la pregunta como a la tuerca de un engranaje muy muy complicado. tengo que vestirme, tengo que correr y bañarme. ponerle mermelada a las tostadas y tomar leche fresca. .

en el escritorio, los papeles se mezclan con anotaciones al margen. escribo para otros, monografías sobre héroes y guerras fraticidas. corrijo palabras con tildes y consonantes descolocadas en contextos absurdos, cacofonías y pruritos exagerados. pero yo soy la absurda, la cacofónica de la inquietud, la exagerada de la orquídeas fantásticas. yo soy la que repite en loop el video de un cover y te veo saltando sobre mí, sonriente como philosofer aventurero. clasifico los papeles, con el perforador los preparo para cada folder, y todo serenamente. pero yo no estoy tranquila, y de mis manos salen lucecitas raras. vivo en una fruta, miss violence, ciertamente hermosa sayak. soy la pulpa y me siento traslúcida. una fruta recién nacida. todo sucede como en los films que aún nadie ha visto.

devotage. soy un ser deseante polifónico.
ahora vivo en una fruta. saldré y trastornaré al mezquino guardián.

por ti me dejaré caer suavemente mientras se van los fantasmas de la ciudad cuando amanece.

y sabrás que necesitamos canciones corales, dejar atrás el agua sucia, el barro. y las grietas de nuestros cuerpos, como asesinos que se redimen de sus crímenes.
tengo que vestirme. tengo que correr, tengo que verte. romper etiquetas de cosas que nos hacen daño, pasar por esos umbrales del tiempo, para que los aliens de la desesperación se mueran.

oh, bueno tanto amor light en las calles y las oficinas, no es para nosotros. sentarse con la ropa perfecta para la ocasión. ver al elefante de tu odio, agonizante. vernos sin magia, entrando a los supermercados, a extraños simposios, a mezquitas, museos, observatorios astrales, fábricas abandonadas, áticos llenos de cuadros sobre niños solitarios. vernos desnudos en medio de la pistas, e irnos lentamente a sentarnos en la vereda, como dos criaturas perdidas, pero amantes como en un film japonés. devotage.

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devotage 7
7.11.08 @ 4:27 a. m.

apunto al texto circunstancial que se transformará en una nota permanente o qué quieres que te diga personaje de la pianística. amo a lo que flota en la idea.

escribir como una antígona, como angela davis acercándose al primer presidente negro de usa, escribir al personaje del cuento, o al amor de las canciones adolescentes, a la intemperancia y a las calles sónicas de la ciudad visceral.

escribir por el olor del limón y la pintura fresca, por los jeans recién lavados, por el aroma de tu ingle después de copular, por los fantasmas de las vigilias, por la computer y el misterio de las respuestas cuando paso los archivos y envio mails a los confines del mundo.

escribir por los noticieros infames, las guerras y los niños desplomándose en días de muerte, días feroces. escribir por los soldados que disparan a metros de distancia mientras mastican chicle y ponen números en sus informes oficiales. escribir por la métrica subjetiva del odio.

escribir por la complejidad de tu amor físico, por tu construcción bauhausiana, tu desventura al desconocer qué haremos cuando te vayas, cuando seas un animal indefenso en medio de la tecnología y los turbulentos geeks en la ciudad donde un día las torres se incendiaron y tú eras el chico inocente de los mundos perfectos.

escribir por la ciudad periférica, por los niños de los arenales y las mujeres exhaustas que duermen poco y se levantan con ojeras y algo opaco y conmovedor en los ojos.
mi querido, mi amante oculto al que nadie conoce, escribir por tus actos extraños cuando atraviesas la puerta y ocupas mi pequeña habitación. escribir por el pliegue de mi cuerpo frente al espejo, por la línea de mis senos pequeños y mi nuca tibia. sin mariposas ni gestos procaces, escribir con el placer en el sexo como un demonio y su rosa del conocimiento.

escribir como una kamikaze antes de su última noche, escribir como si fuera una cyborg después del apocalipsis, escribir como si tuviera cerca de mí al zombie de un chico que ayer rockeaba en una fiesta de ángeles temerarios. escribir como una diosa de ciudad, con todo el deseo en la fluidez mental. escribir hasta la muerte. escribir como una niña, escribir como un monstruo y buscarte mi querido entre todo lo que estalla y convierte al mundo en algo volátil y mortal.

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Delectación
5.11.08 @ 4:07 a. m.

Brevísima o expansiva.

Es que nos parecemos extraño del pelo corto. Carruseles. Te diría que en todo esto hay un glu glú, unas ganas de ser robot, sólo por experimentar, pero no me creas frívola ahora que escribo unas pocas líneas en honor a esta delectación. Anotación fugaz, como tú cuando hablas de E.T, los celestes ojos de Paul Newman y de los Libertines. Y qué importa al final si me juzgas. Mientras tomo soda helada y le pongo puntos de escarcha al cartón pintado, musito: no im-por-ta.

¿Comprendiste?

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Panda Bear
2.11.08 @ 6:10 p. m.

Pensaba en medio del placer. Escuchando a Panda Bear, atraía la felicidad perdida por las capas del tiempo.

Amar los énfasis musicales. Como aquellos que Glenn Branca desarrolla. Y Oneida impulsa en su temática musical.
Ante todo Glenn.

La cabeza se siente como un depósito de posters musicales. Imágenes que suenan a la gloria. Océano, cometas, niños, brisa, lluvia de verano. Irrupción de la ciudad. Paisajes futuristas. Cyborgs sonrientes.



Panda Bear es felicidad.


Ilustración vía Google.


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