“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean"
Bosques y máquinas//
“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean" ¿la eternidad?
26.11.08 @ 9:32 a. m. Tenemos que recordar que no existe eternidad... Héctor Lavoe. Pasan las canciones, el olor de la ciudad, del sexo, la intemperencia, la tersura de tu piel, la risa, la lluvia, los niños jugando en los parques, las partidas de ajedrez, las fiestas, los crímenes, la misma muerte. Todo pasa. Ya no los veré algún día. Todo parece haber sido dicho y no, porque volverá a ser lanzado en cada punto cardinal del planeta. De la soledad y su mecánica, hablarán una y otra vez. Tu simple canción, la de los momentos extremadamente cotidianos también desaparecerá contigo. Ilusionismo, reciclaje emocional. La metafísica acaracolada. Aparte. Concreto cuerpo. Abstracción musical, es lo único que quedará cuando nadie te diga algo, una sola palabra dulce. Y qué swing tan solitario. ¿No importará?. Quizás el llanto del nacimiento, retorna. La risa lo mata. Dame tu risa niña. Polifónica. Temporal el texto. Busco algo más denso. Terrorismo íntimo. Serenidad hacia dentro como consecuencia. Escribir otra vez. Etiquetas: ciudad, héctor lavoe, niños Devotage 9
@ 9:02 a. m. Ese final del episodio* sobre un inspector jefe que confiesa cómo mató a un hombre. Pensaba que era el asesino de su hija. Y habla del abrazo. Tendría que haber sido abrazada una vez . Y no ser lanzada a ese lugar. Desesperante música de Steve Reich Piano Phase en ese loop que Glenn Branca usa de una manera polianímica. SR lo despliega para el tema punzante. La cadencia íntima del cuerpo que absorbe la música. Reich prefigurando el efecto. Un asesinato cometido al hombre equivocado. Unos ojos de mujer perpleja, cayendo al vacío. La mujer del Inspector en un instante sabe que su vida fue una mentira profunda. El vacío. El vacío. La filosofía, todos los absurdos, los desencantos, el humor fácil, las miradas sesgadas, el juzgamiento, el amor artificial. Entusiasmarse, amar lo imposible, reunir imágenes felices, transformarse al escuchar una composición compleja. John Cage. Y los retornos. La belleza. La lucha travestida. La gran tristeza. No vas a recuperar los momentos hermosos y ese es el costo de la felicidad. Lo irrepetible. Ian Curtis cantando Atmosphere en la mañana nublada. Y otra vez volver al cuerpo, salir a explorar la ciudad, su corazón. Taquicardia de la ciudad. No hay Faustos. Hay máquinas turbulentas. La ciencia. La sangre. Volver. * Episodio de Inspector Morse, en el que IM resuelve un caso donde está implicado un Inspector Jefe. Etiquetas: ciudad, el vacío, glenn branca, inspector morse, steve reich mataré al tipo de la mano larga
22.11.08 @ 8:41 a. m. ¿qué necesitaré? una cuerda de nylon, una escenografía visceral, un estado anímico magnum. y más, algo impreciso. el tipo morirá. tengo que escribir. pero ahora no. son las 7.40 a m y ya no aplazaré el sueño. el postdrunk se mueve como un péndulo. fin. Etiquetas: ja Le quité la eterna noche al Film
@ 7:16 a. m. Antes de la acometida, pensé escribir sobre Jesus & Mary Chain y Animal Collective, sobre Betteo, y en párrafos electrizantes, habría dicho algo sobre mi bella amiga Luc. Dioramas en el alba. Sayak. FantasticCat. Leí unos posteos de Iván Thays, y querría leer textos de Mario Bellatín, de Virginie Despentes, y decirle a Pablo que no creo en Obama incondicionalmente, pero que sí me inspira confianza. Que no soy su fan, que sí soy fan de Glenn Branca, que saldría ahora mismo a la ciudad envuelta en la movida APEC, sino fuera porque son más de las seis de la mañana y ya pestañeé y bostezé en este punto móvil. La diapasón del blog y twitter. Me voy al sueño. Te veo Luc, desayunando y tus lirios tienen gotitas de rocío o es el efecto de la bonita mesa, un pequeño golpe visual. Acaso leas este post. Ah, el bólido tiempo, querida. Mañanas como ésta y nosotras. Etiquetas: animal collective, glenn branca, luc, sayak, the jesus and mary chain reminiscencias
19.11.08 @ 4:21 a. m. todas son reminiscencias. de remolques oxidados en el garage de cartón. primero fueron los autos de metal, luego las canicas tornasol, las marionetas con ropa de cuadros, encajes y drill. la primera menstruación como si fuera carrie sin poderes, el crecimiento de los senos, la delectación secreta. el beso de un pecoso pelirrojo. sónicas y más sónicas entre la lluvia y la distancia. tu distancia, tu muerte, tu renacimiento de perseguidor inocente. las calles peligrosas, las bombas, la filmoteca, los comics. todo era brumoso o despejado. pespuntes perdidos de una caverna antiplatónica, y crepúsculos rojos. o todos los vinos, las cervezas negras, los zapatos de baile, la robótica naciente, las computers modernas, la fuga, el olor del sexo, las frutas. todas son reminiscencias, todo es hoy. el llanto del bebé, la herida en el vientre, el ulular de las sirenas, ambulancias y silencio. hospitales sangrientos, médicos y bisturís. cloroformo, pinzas, el corazón tan oscuro y la resistencia. son todas reminiscencias, y tú eres el rastro más fuerte, que también se irá. Etiquetas: k, reminiscencias ¿Por qué me gusta ahora Bob Dylan?
12.11.08 @ 3:44 a. m. No sé por qué Bob Dylan no fue parte de mi adolescencia. Recuerdo haber escuchado precisamente sus canciones Folk y haberlo bloqueado en ese punto. Mi oído aún no distinguía su sónica, su manera de cantar transmutándose en otro terreno, traspasando la formalidad folk. Así que me olvidé de BD hasta que en la blogósfera me topé con posts supraelogiosos. Dylan si no era una divinidad, era una especie de héroe, de guía, de amor. Y por otra parte tenía y tiene sus detractores. Un grupo de bloguistas heavy en sus concepciones de la vida, pero no heavy por ser fans de la music metal. Niet, me refiero a Heavy en el sentido de ser algo cínicos, es decir como puedo serlo yo en ciertos momentos o tú que lees este post. Pero es como si ellos desde ser heavys pasaran a ser hardcores. Y al decirlo, me siento como si también hablara de mí, pero es raro, porque puedo escuchar horas a Colleen, con sus sonidos delicados como a Rammstein toda una madrugada. Llegando a este punto, lo sopeso y creo que a Rammstein no lo escucharía tres horas seguidas. A Colleen y a Debussy, sí. Es el eclecticismo. Rammstein y Bob Dylan no armonizan pero en el imaginario personal llegan a ser complementarios. Bob Dylan suena a despreocupado, dandy, libertario, aventurero, mientras que Rammstein suena a asalto al propio cuerpo. A sacudón, catarsis, rabia, energía ruidosa, potencia. Ahora me gusta Bob Dylan, creo que debido a la necesidad de la elegancia. Dylan es un referente, y propicia tomar un vino helado, vestida como una diva o con gestos de diva, con la risa abierta como un mañana veraniega. Tiempo de helados. Dylan y su bonita cabeza. Dylan y Kerouac en la canción. BD se introduce en el cuerpo como la sangre de una transfusión. Nada lloroso, imagino a Dylan jugando basket con Allen Ginsberg y en algún momento a A G le provoca burlarse de Dylan, así que le dice algo sobre su desordenada melena, a lo que BD replica con un humor indefinible. Y es un gozo por ejemplo, pensar en Dylan, fresquísimo, entrando a una megacentro comercial para comprar zapatillas y un bidón de agua mineral. Y el soundtrack de la vida suena, Dylan canta. Creo que ahora me gusta Bob Dylan, porque la ciudad está en las canciones de BD, en su constante cinemática y si no fuera porque escribo en la madrugada, improvisaría un graffiti pequeño pero jodidamente impactante. Unos ojos se verían hacia la esquina de la pared. Los ojos de BD, claro. Directos e irónicos como él. devotage 8
9.11.08 @ 7:22 a. m. ¿de qué se trata toda esta sónica nocturna?. no, espera, amanece y me hundo ligeramente en mi alegría de animal mutante. le doy la vuelta a la pregunta como a la tuerca de un engranaje muy muy complicado. tengo que vestirme, tengo que correr y bañarme. ponerle mermelada a las tostadas y tomar leche fresca. . en el escritorio, los papeles se mezclan con anotaciones al margen. escribo para otros, monografías sobre héroes y guerras fraticidas. corrijo palabras con tildes y consonantes descolocadas en contextos absurdos, cacofonías y pruritos exagerados. pero yo soy la absurda, la cacofónica de la inquietud, la exagerada de la orquídeas fantásticas. yo soy la que repite en loop el video de un cover y te veo saltando sobre mí, sonriente como philosofer aventurero. clasifico los papeles, con el perforador los preparo para cada folder, y todo serenamente. pero yo no estoy tranquila, y de mis manos salen lucecitas raras. vivo en una fruta, miss violence, ciertamente hermosa sayak. soy la pulpa y me siento traslúcida. una fruta recién nacida. todo sucede como en los films que aún nadie ha visto. devotage. soy un ser deseante polifónico. ahora vivo en una fruta. saldré y trastornaré al mezquino guardián. por ti me dejaré caer suavemente mientras se van los fantasmas de la ciudad cuando amanece. y sabrás que necesitamos canciones corales, dejar atrás el agua sucia, el barro. y las grietas de nuestros cuerpos, como asesinos que se redimen de sus crímenes. tengo que vestirme. tengo que correr, tengo que verte. romper etiquetas de cosas que nos hacen daño, pasar por esos umbrales del tiempo, para que los aliens de la desesperación se mueran. oh, bueno tanto amor light en las calles y las oficinas, no es para nosotros. sentarse con la ropa perfecta para la ocasión. ver al elefante de tu odio, agonizante. vernos sin magia, entrando a los supermercados, a extraños simposios, a mezquitas, museos, observatorios astrales, fábricas abandonadas, áticos llenos de cuadros sobre niños solitarios. vernos desnudos en medio de la pistas, e irnos lentamente a sentarnos en la vereda, como dos criaturas perdidas, pero amantes como en un film japonés. devotage. devotage 7
7.11.08 @ 4:27 a. m. apunto al texto circunstancial que se transformará en una nota permanente o qué quieres que te diga personaje de la pianística. amo a lo que flota en la idea. escribir como una antígona, como angela davis acercándose al primer presidente negro de usa, escribir al personaje del cuento, o al amor de las canciones adolescentes, a la intemperancia y a las calles sónicas de la ciudad visceral. escribir por el olor del limón y la pintura fresca, por los jeans recién lavados, por el aroma de tu ingle después de copular, por los fantasmas de las vigilias, por la computer y el misterio de las respuestas cuando paso los archivos y envio mails a los confines del mundo. escribir por los noticieros infames, las guerras y los niños desplomándose en días de muerte, días feroces. escribir por los soldados que disparan a metros de distancia mientras mastican chicle y ponen números en sus informes oficiales. escribir por la métrica subjetiva del odio. escribir por la complejidad de tu amor físico, por tu construcción bauhausiana, tu desventura al desconocer qué haremos cuando te vayas, cuando seas un animal indefenso en medio de la tecnología y los turbulentos geeks en la ciudad donde un día las torres se incendiaron y tú eras el chico inocente de los mundos perfectos. escribir por la ciudad periférica, por los niños de los arenales y las mujeres exhaustas que duermen poco y se levantan con ojeras y algo opaco y conmovedor en los ojos. mi querido, mi amante oculto al que nadie conoce, escribir por tus actos extraños cuando atraviesas la puerta y ocupas mi pequeña habitación. escribir por el pliegue de mi cuerpo frente al espejo, por la línea de mis senos pequeños y mi nuca tibia. sin mariposas ni gestos procaces, escribir con el placer en el sexo como un demonio y su rosa del conocimiento. escribir como una kamikaze antes de su última noche, escribir como si fuera una cyborg después del apocalipsis, escribir como si tuviera cerca de mí al zombie de un chico que ayer rockeaba en una fiesta de ángeles temerarios. escribir como una diosa de ciudad, con todo el deseo en la fluidez mental. escribir hasta la muerte. escribir como una niña, escribir como un monstruo y buscarte mi querido entre todo lo que estalla y convierte al mundo en algo volátil y mortal. Etiquetas: k Delectación
5.11.08 @ 4:07 a. m. Brevísima o expansiva. Es que nos parecemos extraño del pelo corto. Carruseles. Te diría que en todo esto hay un glu glú, unas ganas de ser robot, sólo por experimentar, pero no me creas frívola ahora que escribo unas pocas líneas en honor a esta delectación. Anotación fugaz, como tú cuando hablas de E.T, los celestes ojos de Paul Newman y de los Libertines. Y qué importa al final si me juzgas. Mientras tomo soda helada y le pongo puntos de escarcha al cartón pintado, musito: no im-por-ta. ¿Comprendiste? Etiquetas: k Panda Bear
2.11.08 @ 6:10 p. m. Pensaba en medio del placer. Escuchando a Panda Bear, atraía la felicidad perdida por las capas del tiempo. Amar los énfasis musicales. Como aquellos que Glenn Branca desarrolla. Y Oneida impulsa en su temática musical. Ante todo Glenn. La cabeza se siente como un depósito de posters musicales. Imágenes que suenan a la gloria. Océano, cometas, niños, brisa, lluvia de verano. Irrupción de la ciudad. Paisajes futuristas. Cyborgs sonrientes. ![]() Panda Bear es felicidad. Ilustración vía Google. ◄ Older & Newer► |