“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean"
Bosques y máquinas//
“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean" Dedicatorias (II): Los nenes saltando sobre el tiempo...
27.4.08 @ 2:43 p. m. Para D, mi pequeña musa y para Hamletmaschine, desde el film x. ¡Niña musa, cómo saltamos!. Contigo salto aún en el sueño, cuando duermes y yo atravieso los bosques, las ciudades, el espacio sideral, los túneles, el bólido tiempo. Tus ágiles piernas hacen un run-ruuuuum en la cama y te miras en el espejo sin saber que un día lo vas a atravesar para volver a jugar con tu oso y tus juguetes de cuerda, tus legos, tu pelota y tu bucle de imágenes superpuestas como en una pintura naif. Cuando tú duermes, yo escribo y me encuentro con mi amigo Hamletmaschine en el Film X. Él ha recorrido lugares agrestes y bibliotecas inmensas. Mi amigo es un mago, una alquimista, un viajero. Atisba y se deja atisbar. Cuando la ciudad se dobla día tras día, noche tras noche entre monstruos y ordenadores, messengers y reuniones gubernamentales, asedios y crímenes, tú mi pequeña musa estás agitando tus globos y tomando tu leche y tus pepinillos con limón. Tienes alas de verdad y yo las miro cuando vuelas en las noches. Cuando duermes y tu corazón late como un astro que vive en un cuerpo niño. Mi nena, cuando saltas, yo salto y después comemos mandarinas y le damos cuerda al mono que se da volantines en busca de su rica banana. Aparece el bosque encantado y llega la nave espacial. En esta base f x, la nave intergaláctica nos lleva a un planeta desconocido donde los océanos son cristalinos y los monstruos son amables; en realidad no son monstruos, son cyborgs de otro mundo. Y tú eres la madrina de un velero rojo, la belleza de una movie suspendida en el tiempo. He saltado hoy a solas y me faltabas tú. Ja, mi delgadez saltando mientras Antsy Pants deslizaba música para ti y para todos los nenes que contraen las horas como si filmaran una película mágica. Extrañé tu risa y me extrañé saltando a mis cinco años cuando el mundo era un lugar donde el paraíso estaba en una canción infantil, asomando desde mi ventana a los días con helados y cuentos de hadas. Run, ruuuum. Alguna vez me asusté en una pesadilla sobre hoyos infinitos y me levanté a ver a papá cuando dormía, y así todo tenía un sentido y otros más, donde no había abismos ni ogros. Hasta que crecí y ellos salieron por todas partes. Así que cuando salto contigo, mientras Hamletmaschine está en otra ciudad, tal vez atisbando alguna canción para su cuerpo emocionado, soy feliz. Y sueño despierta mirando nenes saltando, con sus robóticos y otros juguetes futuristas, en nuestra nave espacial, lejos de toda maldad. No hay final, pasa el bólido tiempo, se desvanece la alegría, pero yo sigo cantando como si no hubiera desaparecido. Aún. Etiquetas: antsy pants, hamletmaschine, la niña musa ◄ Older & Newer► |