“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean"
Bosques y máquinas//
“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean" bibliotecas
11.12.07 @ 5:16 p. m. mi padre prefería que yo lea en casa, porque antes que él se fuera, yo era pequeña y no había quién me acompañara de regreso a casa, desde la biblioteca que quedaba aproximadamente a doce cuadras de distancia. mi padre me cuidaba como si yo fuera una gema. yo era su gema humana y las gemas están en las bibliotecas. la primera biblioteca que conocí fue la de mi padre. un profesor de escuela primaria tenía sus textos escolares y había dejado sus libros a sus hijos que no eran mis hermanos. mi padre era sin duda mi verdadero padre, sin haberme concebido con mi madre, que tenía 17 años cuando yo nací y a quien nunca vi. estos datos podría callarlos y no, sería como quitarle el sentido esencial a la bitácora, omitiendo lo crucial. de algún modo aprendí a leer en medio de ausencias que la biblioteca fue relevando: la biblioteca se erigió en lar. me tocó una primera biblioteca pequeña, así que recurrí a la del colegio. las monjas eran parcas en general. las novicias eran aún alegres. yo quería a sor ana que era bonita como una ilustración de cuento infantil, como la bella durmiente con hábito y despierta,vivaz. entre libros desplegables y llenos de color, encontré a oliver twist. así como nunca me gustaron el gordo y el flaco en las series retro de la tevé, con análoga intensidad amé a oliver twist. él desplazó al rey midas y a blanca nieves. gracias a la biblioteca conocí al niño errante que halló su hogar en un hombre generoso que le quiso como a un hijo. el hombre que acogió a oliver twist tenía una gran biblioteca. así lo vi y supe desde entonces que las bibliotecas son hogares: allí habita la familia que uno soñó. en realidad no he conocido muchas bibliotecas, mas sí las suficientes. apenas alguna en europa, en la que el deslumbramiento por la belleza de su diseño y ambientación opacó en aquel entonces a los libros. esa evocación me hace pensar que debe existir cierta discreción en la atmósfera de una biblioteca. silencio y una austeridad que no anule la belleza del lugar, así como en el cine hay silencio, en la bilioteca uno lee sin interrumpir a nadie, y cerca de otros lectores, gente como uno, ávidos por leer, con un oculto asombro por los detalles y las revelaciones. poco a poco fui forjando mi propia biblioteca, pasando por mi época de librera, en la que me desprendí de varios libros, primeramente por elección y en otras circunstancias por premuras, hechos que dolieron y que han quedado como cicatrices que al tocarlas, se notan que están abiertas. uno se enamora de libros y cada ejemplar es único. te detienes, lo reconsideras y te dices que la tragicomedia te está atacando, así que intentas razonar. ser objetivos, oh, sí. ahora, la biblioteca es para mí un espacio mutante, de alguna manera, se siente algo arrebatado por la virtualidad. texturas, olores, una corporalidad concreta, la belleza tangible, ausentes cuando leo un libro vía virtual. on line y el placer se transmuta. leí neuromante todo un día cuando a estaba participando en un torneo en brasil. íntegro, el libro se desplegaba página por página en el monitor. fue una experiencia que marcaría mi identidad de cibernauta. la biblioteca estaba en casa, vía ordenador, materializada en una implosión virtual. me levantaba para renovar los mates y abrir bolsas con galletas de coco. neuromante me tomó, allí frente al monitor. múltiples son ahora las modalidades de lecturas y te dicen que no hay que inquietarse con la popularidad de las lecturas de blogs, mails, webs, videos, etc, etc. lo que sucede es que hay una especie de confianza permisiva en las lecturas circunstanciales, a la par que la velocidad de los actos cotidianos arrastra y torna estrechos los espacios, aunque parece lo contrario. boomerangs. el influjo de las ferias de libros subraya el interés por divulgar la lectura de libros que se pueden tocar y llevar como un órgano humano. así también puedes ir con tu laptop y leer la divina comedia de dante y jugadores de don delillo en el asiento de un avión. las lecturas se diversifican como las bibliotecas, como la transformaciones de la materia. todo muta. algunos optan, prefieren determinadas vías de lectura, otros alternan las que existen. alternar deviene en algo exuberante, porque se dejan las puertas abiertas a distintas percepciones: son viajes, donde la biblioteca es el hogar que se lleva dentro, como distintivo propio y a la vez compartido, aquel extraño cielo que se toma por asalto. martes 11/dic/07. Etiquetas: bibliotecas, blanca nieves, charles dickens, dante, don dellillo, el gordo y el flaco, el rey midas, k, la bella durmiente, neuromante, oliver twist, william gibson ◄ Older & |