“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean"
Bosques y máquinas//
“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean" Movilizo a mi palanca japonesa con extrema delicadeza. Monstruosamente!.
19.5.10 @ 5:33 p. m. Así lo escribí en twitter, dando saltitos en círculos. Sí, con magnética de risa. De mí. Me veo como ese muchacho que para hacer un graffiti, se subía a una banca, y quedaba situado entre la pared y el vacío. Si se caía, se rompía la cabezota. No hay té. Bessie Smith canta Baby Doll. Veo a la neblina pegada a la ventana. Va a entrar a la sala de esta casa, en la que estoy. Pequeños ruidos cósmicos. Me levanto a tomar agua. Vuelvo y soy consciente de que los detalles de esta tarde son como gotas de lluvia sucia. No los puedo contar y sé que anotarlo acá, opera como un dispositivo de liberación. No sé cómo les va a ustedes en los días fríos. Muchas personas se deprimen y se esconden o por el contrario, quieren ser muy sociables. Aferrarse al mundo, a todas sus ventanas, sus supermercados, sus fiestas, sus laberintos. A mí me alientan hacia la autodestrucción que se convierte en fuente de vida. Es un proceso que no me provoca, describirlo. E imagino que es intuido por quienes tienen idea sobre los actos que requieren esfuerzo y alegría. No entiendo por qué debería legitimizar a este proceso únicamente con angustia. Creo que estar demasiado triste no es deseable ni siquiera para acometer el impulso snob de verse como personaje de film de la nouvelle vague. Y languidecer de noches musicales con Chet Baker y Satie. No estoy llena de pavor, pero veo al pavor en las palabras y en las cosas aparentemente genuinas que se develan en una mirada de vampiro. No sé si estoy expresándome claramente. No buscaré la alabada claridad a costa de destrozar lo que me constituye. Como si debieras lanzar imágenes amables y mostrarte encantadora, como si debieras conservar ese status a como dé lugar. Como ustedes, creo que se dan cuenta, tengo atracción por franquear los límites. Como a algunos de ustedes, siento que la marca deleuziana ha sido muy benéfica. Por eso no me interesa explorar las rutas de la cólera, aunque no sea ésta vuestra Rain/ Vier_minuten, un ejemplar especimen de la paciencia. [Cómo afrontan ustedes los acontecimentos duros?] Cerca de mí veo a una mujer anciana que no se deja abatir por los achaques y las caídas. Ella es mi apologética de los días que pasan. Su vida es muy simple, muy cotidiana, pero no por eso menos pesada. Es ejemplar. .... Mi palanca japonesa es un dispositivo concreto y funcional. Existe en mi mente. Tiene mucho del imaginismo fantasmal y de las películas sobre monstruos. Y pequeñas y sustanciosas dosis de inoculaciones filosóficas. Lo crucial pasa por vivir una soledad alimentada de compañías, té, escénicas, viajes. No me conformo con los planes del viajero paradigmático. Siempre estoy viajando. ... Aún me resisto a ver a Freddy Krueger en nueva versión. Aunque decir nueva versión sea una paradoja, nada rica. Monstruosamente. Uf. ... Tengo a Bjork atravesada en unos bellos trazos, a su voz y su platinium impacto. The venus of the music. Yeah. Mientras veo a Bjork vestida de cisne me digo: haces bien en atacar tus lastres. Panorámicas del cuerpo. Ataque al individualismo. Un rastro de fango. Me saneo [aunque siempre nos intoxiquemos de algo..], aleluya. Hasta pronto, queridos desconocidos. Etiquetas: bessie smith, deleuze, twitter ◄ Older & Newer► |