“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean"
Bosques y máquinas//
“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean" Lina habla de pastas
6.2.10 @ 1:39 a. m. Ves a Lina de espaldas?. Sí. Se va a comer duraznos, después de saborear una pasta. Ahora no quiere helados. Se sienta allí donde puede ver los campos de golf mojados por el ligero rocío que en estos días de verano cae en las mañanas. Te imaginas cómo se abrillanta el pasto y todo se ve tal como un poema de Yeats. Lina camina con su vestido rojo y sus ballerinas. Tiene el pelo castaño oscuro, lee textos de diseños espaciales. Recordarla se parece a ver una secuencia de Miranda July riendo mientras un surtidor de agua moja a uno de sus actores en una filmación. Te contaba que Lina habla de pastas, de exactas dosis de ingredientes, y Kikí se ríe porque dice que es un milagro ver que Lina no engorda comiendo pastas en la semana. Son las piscinas blancas, pienso. Nadar es como alterar el tiempo y dárselo al cuerpo, de tal manera que te conviertes en pura fibra y te ves radiante cuando la espuma se eleva con cada braceo. Un sonido que parte el instante en el que la concetración es intensa y el agotamiento físico no importa. Kikí no sabe nadar y va a aprender, dice, porque quiere comer pastas y no engordar. Monstruosa Kikí en altamar. Ya te veo. Encapsulada en una gigante pompa de jabón, me siento por un momento. Le contaría a Lina que ayer vi a una asesina a la que se llevaban, capturada en una tienda de adornos japoneses. Le había cortado la yugular a su novio. Lo mató mientras comía pasta. Aún se olía a ron y algo pútrido, en el lugar del crimen, contaron en el noticiero. Y los detalles sórdidos. Ella, la asesina no tenía ni la milésima del brillo de May. Los criminales suelen ser demasiado toscos. Lo infrecuente es ver a alguien como a May en ese film donde ella es bella e inocente. Y aunque me haya turbado esa cara sombría, me olvido de sus ojos velados. Pienso en Lina y las pastas. Kikí insulta al barman que llega impecable a ofrecer vino a nuestra mesa. Otra cosa típica y tonta. Un coqueteo vapuleado. Nos vamos. Etiquetas: oe cazpirina, relatos ◄ Older & Newer► |