Bosques y máquinas//

“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean"



Nomadismo [ la partida de una zona twitter ]
9.2.09 @ 10:39 a. m.

Últimamente he posteado sobre los favoritos twitter. Pero ya no tuiteo en aquel espacio sobre el cual cité favoritos. Me fui.

¿Cuáles fueron las motivaciones? He de remontarlas retrospectivamente. Me importa registrar aquí el nomadismo de una acometedora de textos. Microtextos en el caso de twitter. Microblogging.

¿Una zona twitter es un hogar sí o sí? Creo que si allí encuentras cierto calor, sí. Y me refiero a la vasta zona Tw, que ofrece la posibilidad de los desplazamientos. Por eso, no habría que mirar a alguien con extrañeza o desconcierto si se va de una zona, a menos que esa partida sea abrupta de parte de alguien que demostraba sentirse como una especie de star. De hecho alguien que es muy popular y a quien le encanta serlo, no se desplaza a otro espacio de la amplia zona twitter. Permanece allí manteniendo su popularidad, acrecentando sus "followers".

Mi experiencia tw, es la de alguien que se movió de un espacio a otro por razones primeramente anecdóticas. Una primera cuenta -lo he contado antes y lo recuento para quienes no lo saben- fue interrumpida porque escuché la sugerencia de un tuitero peruano: si sacaras otra cuenta, nos contactaríamos ya que me bloqueaste por error y twitter confabula contra nuestras cuentas. Tenía en aquella cuenta un poco más de mil tuits, con siete contactos. sí, eran 7 ó 6.

Mi tónica preponderante ha sido desde el principio, no invitar a diestra y siniestra, no porque lo considere negativo en sí, sino porque no me atraía la posibilidad de llenarme de tuits y tuits por páginas.

Twitter y su sentido original estimulaba y estimula que cada tuitero cuente lo que está haciendo en directo. Estás comiendo un pastel de limón, te encanta y lo cuentas. Te levantas y plum, lo cuentas. Sencillos actos.

Sabemos, como de pronto twitter se vio poblado de miles de usuarios, de gente, contando tuit a tuit, en 140 caracteres, sus movimientos cotidianos. Sólo que la imaginación es tan rica cuando transforma lo sencillo en algo más elaborado o cuando cuenta lo simple de una manera no tan simple, que twitter se transformó paulatinamente en una zona abierta, sugestiva, crítica, diversa. En varios tuits hablaban de atentados, de secuestros, de reencuentros, de fiestas, y mucho, mucho más.

Y bien, sigo: abrí una segunda cuenta. Paradójicamente en el curso de tal cuenta, no se concretó el contacto con el tuitero citado. Sí, ríanse. Son los pequeños avatares de nuestras vidas.
En esa cuenta, fui más activa que en la primera. Y hubieron ocasiones en las que tuiteé marathónicamente. Una noche ocurrió el primer tuit que se refería a aquello. Lo parafraseo aproximadamente: Vir, esta noche está patrocinando los tuits. Me reí y repliqué que me provocaba tuitear y tuitear.

Luego, fueron llegando las tuiteadas colectivas con los ubicuos@Hamletmaschine, @reiben, @rafadro, @anaperusquia y @rociof . Tuiteadas sobre qué oficios te gustaría hacer, por ejemplo, o aquella épica tuiteada sobre La destrucción del mundo. O esa otra sobre twitter, que @rafadro reprodujo en su blog crossfader network.

Fue como estar en un carrousel a todo color, o como en una zona decantada, libre.
En aquella cuenta mi fijación con las monjas fue profusa. Y me enviaban links sobre monjas en diversas actitudes. Era el boom monjeril que nunca defenestré, pero que en la tercera cuenta disminuyó en intensidad. A las monjas las dejo para que se encuentren con Atticus* en otra zona.

[twitter como una metrópolis, twitter como un solar, un bosque o un lugar sereno. twitter ubicuo, en el centro o en los bordes. twitter periférico]

En esa segunda cuenta nació el megaandroide Deriek. Aquel que nunca me bloquearía en twitter. Surgió como una reacción al bloqueo que acometió conmigo un famoso tuitero. Creo que el malentendido era risible. Sus replies me llegaban muy diferidos y yo le contestaba a destiempo, mientras él se iba -todo lo indicaba- sulfurando. El punto del conflicto, si es posible calificar así aquel desencuentro twitter, radicó en mis tuits declarando que en los blogs hay chicas que escriben bien y notablemente. Que la existencia de tales bloguistas contradecía lo que él afirmaba - que sonaba despectivo, o al menos a mí me sonaba despectivo- y es que eso fue como un cenit debido a que solía entrever en sus tuits, una subestimación a las mujeres, aunque estuviera enamorado de una y fuera un amante compañero. En fin, sin extenderme sobre el incidente, digo que aquello me afectó en un primer momento. Sí, ríanse. Así que inicié una cruzada vía @rociof, para fumar la pipa de la paz con el famoso tuitero. E incluso mediante Blip.fm le envié un Blip conciliador. Pero todo fue inútil. Estaba ofendido, por lo visto y plaaf, me había no sólo desfolloweado, sino bloqueado.

Deriek en un diálogo twitter fue una salida para el divertimento post-desencuentro.
Posteriormente el famoso tuitero también abrió otra cuenta.

Me fui de la segunda cuenta por subjetividades. Qué sé yo, cómo los laberintos del interior operan impulsando acciones de las que puedes arrepentirte o no. Pero en esto casos, he llegado a la conclusión de que sin que sea algo para lanzarlo como un modus operandi, carajo, si quieres te vas de un espacio o si quieres te quedas. Y bien, la cuestión tampoco es irse por tonterías. Lo que sucede es que en mi caso detesto abrumar a la gente y tampoco pretendo ser una encantadora star. Y saludar desde mi balcón twitter con una radiante sonrisa electrónica a mis "seguidores".
Y es que soy tal vez una inepta para desbordar simpatía de mí pero no me siento culpable por ello.

Llegué a la tercera en la madrugada [había tuiteado marathónicamente sobre Por qué te vas, cantada por Jeannette]. Simultáneamente entré a Blip.fm y las travesías musicales me hicieron flotar. Qué alegría. Amo blipear. Aunque ahora ya no puedes colocar tus propias canciones rippeadas, el universo musical existente te da canciones para blipearlas y en cada blip, dices lo que te plazca. Huumm, la maravilla.
Blip.fm me dio el tránsito alegre a la tercera cuenta.

En este proceso twitter leí tuits de gente diversa. Allí estaban y están los superstars de twitter con cientos de seguidores. Los que tienen miles son los que en su mayoría tuitean en inglés. Lo cierto, es que no me sorprenden. Los que más me gustan son los polifacéticos, los contemplativos, los lúdicos. O los irónicos.

Somos difíciles para el humor, diría un bárbaro Zooey.**

En la tercera cuenta, tuve nuevos contactos, que pasaron de ser nuevos a ser permanentes. Y he aquí donde un dilecto tuitero dijo que llenaba su timeline, lo que afectaba su lectura de otros tuits. Recuerdo cómo luego otros tuiteros replicaron indirectamente. Si te canso, pasa las páginas o desfollowéame.
Lo reconsideré.
Me propuse tuitear sin demasía. Aunque debo decir a mi favor, si acaso eso es posible, que no ha sido mi hábito tw, tuitear marathónicamente todos los días.

Por otra parte, creo que sí, lo que he ido depurando, ha sido el desarrollo de los tuits personales-personales. No reniego de la introspección y de tuitear lo que sale del cuerpo, sólo que el mundo es tan amplio y hay tanto por ver y conocer, que tuitear sobre ello es rico. Y también puede ser doloroso. El dolor que no sólo te atraviesa a ti y a nada más que a ti.

La contaminación, término que señala a los profusos tuiteros, -acuñado inicialmente desde el medio twitter colombiano- no me parecía ni me parece tal, apreciada dogmáticamente. No creo en las reglamentaciones en zonas donde el impulso se ha liberado y es ese el atractivo del tuit: su frescura. Lo que sí me agota es la secuencia de tuits planos. Todo muy literal. Como si no hubieran matices, intersticios, proyecciones. Tuitear planamente: Noooo.

Cuando tienes días de contrastes, sea por la economía personal, por ecos emocionales u otras vicisitudes, puede desconcertarte en vez de hacerte reír que te digan que tienes inclinaciones psicóticas o algo así. Uno suele ver gente que por fuera luce moderna, juvenil, supuestamente abierta a las ideas y panoramas, pero inusitadamente te das cuenta que son ultraconservadores, pacatos y/o prejuiciosos. En twitter, por ejemplo leen tus tuits, sesgadamente o los interpretan literalmente. Es decir, los malinterpretan. Todo ello no tendría por qué desconcertarte si se aproximan a ti para decirte que tienes inclinaciones psicóticas y que están preocupados por sus amigos, ante la influencia que ven tienes sobre ellos. Realmente es gracioso.

Pero cuando me dijeron eso, no vivía mis mejores días. Plaaaf, me desconcerté. Y claro que por eso no me fui. Le repliqué al tuitero. Y esta vez Deriek el megaandroide estaba lejos. Creo que en una de esas tuiteadas, ha de pronunciarse. Sí.
Una voz apareció a las horas del suceso. Querida voz afectuosa que lanzó sus tuits al lado de esta flaca Rain. Riff.

Pero es que había tenido la contraparte en twitter con una mención en un magnífico post de @Hamletmaschine, publicado en el blog de @uniberto, sobre el influjo y las implicancias tw, que él escribió cuando estuve en la 2da cuenta. Una mención que debería haber cubierto todo dardo. Pero a veces no nos basta el admirativo recuerdo. Y si recibo otro dardo alguna vez, recordaré aquel post y aquella hermosa mención, como azuzador de la natural contrarespuesta interior.

Seguí tuiteando profusamente. El dilecto tuitero que cuestionaba mis tuits marathónicos que por cierto preferí lanzar en horas de la madrugada cuando la mayoría de tuiteros contactos dormían, fue tajante. Estaba molesto. Él es un individuo inteligentísmo. Es un intelectual. No cito su nick, como no he citado el del tuitero que me condenaba por otras razones, porque no le encuentro sentido en convertir este post en una parada de referencias que adquirirían visos de chismografía. Niet.
Me separé. Pero los links de blogs permanecen. No me privaría del conocimiento, de nutrirme por incidentes que no destruyen el aprecio a alguien significativo que sostiene lo que cree y lo expone directa y públicamente.

Aunque creo que amicalmente el intento por persuadir al otro, no es algo desechable. Me hubiera gustado que N me hubiera escrito un mail, como hace años me escribiera algunos muy amigables cuando blogueábamos.Eran los tiempos en que escribía con frecuencia en mi primera y muy querida bitácora.
El proceso escritural en los blogs tiene sus puntos referenciales con el microblogging. En otro post
me referiré a la experiencia blog. Por bloques, vamos ¿sí?. Bloques elásticos.

Me fui de twitter porque me propuse fundar un espacio solitario. Asumir la posibilidad de tuitear sin límites, porque no me restringiría, y capturaría la fresca idea en twitter que te ofrece 140 caracteres para lanzar lo que te provoque.
Antes, pensé en que al irme, lo haría sin causar un sismo tw. Y así fue. Hubieron algunas expresiones afectuosas. Unos cuantos Mensajes Directos, en los sucesivos días, muy valiosos para mí y fue todo.
No debía saludar desde mi balcón y apaciguar las protestas de mis "seguidores". Sin firmas tw recopiladas para solicitar mi retorno. Niet. Y admito que me hubiera gustado que me reclamen un poquito, pero esa no era lo que buscaba, pensé. Buscaba el despelote tw, fundando mi espacio solano.

[ Apareció, sí, un post con unas líneas referenciales sobre la partida de Rainoverlima: lo más querido]

Plum, me fui y en la madrugada encontré mi nuevo nick gracias a un film citado en un tuit por @Die_Grausamkeit. Decía que en Cinemax iba a comenzar una hermosísima película: Vier Minuten. Vi la pela y no dudé. Soy Vier_minuten. Soy Rain.

EN LAS REDES SOCIALES NO HAY SOLEDAD ABSOLUTA

Twitter es parte de un conglomerado de redes sociales. Puedes abordarlo solitariamente, que es lo que intenté pero la única forma de haberme separado de todo contacto, hubiera sido usando el candado. Y niet. No me atrae la idea de usarlo. Aunque ahora considero que para lo que buscaba era el modo seguro de parapetarme a solas.

Y es que tampoco me gustaba la idea de amurallarme. Pensé que pasando el tiempo, aparecerían los llamados "followers" y que yo me quedaría únicamente con David Lynch. Sí, la cara de David Lynch estaría cerca mientras tuiteaba sin límites y procesaba un proyecto concreto. Entrenamiento escritural. Catarsis. El despelote.

Pero me delaté al citar con arrobas a tuiteros que habían protestado insistentemente por mi partida. Los recordé en un tuit.
Y me ubicaron.

De pronto tenía a sus dos avatares a la vista como followers y llegó otro más, de un tuitero que no conocía y que iré conociendo poco a poco leyendo su blog.
El efecto de esas incursiones movilizó mis fines. Les pregunté si se arriesgarían a contar con alguien que tuitearía desalmadamente. Y sí, se arriesgan. Ríanse. Pero a mí me conmueve. No a modo de drama, claro o como en una performance donde te asumes como una adalid. Nooo. Sino
como una preciosa manera de sentirte conectada con otros cuerpos a lo lejos/cerca. Cerca, vía twitter. Muy cerca.

Vasta zona twitter. ¿Hogar?, sí, hogar ubicuo, elegido. Hogar dinámico, en constantes sucesos, collages y vivencias.
Ha comenzado otra fase para Vier_minuten. [ Rain, V.M.T.] la aborda. Su cuerpo está acá y allí.




Escrito por Virginia Macías T. Lima-Perú.


* Personaje de mi proyecto. Este nombre lo hallé en el film Matar un ruiseñor, como lo conté en un anterior post.

**Zooey, personaje de Franny & Zooey, de J.D. Salinger.


Imagen, vía Google.


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