“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean"
Bosques y máquinas//
“Somewhere Nabokov is smiling, if you know what I mean" De lo aburrido, la ética y el éxito [notas]
28.2.09 @ 4:17 p. m. He pensado en los exhibicionismos, en los tópicos de los blogs, los temperamentos, los maníacos depresivos y en los pleamares. Y vamos ¿ a quién le importa lo que uno piensa? No se tome esta pregunta como si tuviera una carga agresiva, con dedo acusatorio levantado. Al fin y al cabo uno se muestra aquí para lanzar lo que piensa. Lo muestra de diferentes maneras, como en un afán magnético, un deseo de ser escuchado, no sé para qué a veces. Simplemente de ser escuchado. Y decía que pensé en los pleamares, porque todo se torna como olas de sensaciones y la analogía me gusta en su sentido puro. De lo líquido, de lo que bulle y es agua, algo que se escurre. O algo que puede ahogarte si llega como gran ola en la que no sabes cómo nadar. Vas y vas por brazadas pero como no aprendiste a nadar, te ahogas. Pleamares como recurso melodioso para atenuar lo turbulento cuando quieres salir de la marea. No quisiera sonar insoportablemente poética. Quisiera sonar como un bunker musical. No sé si les ocurre que deseen emitir imágenes que no tienen relación con lo que son. Es decir, sonar como alguien glamoroso, alguien atractivo cien por ciento. Tener íconos, tal actriz, tal actor. Moverse como ellos. Ser asaltado por la fenomenología de la imagen. Más o menos, eso, creo. Pero protestarías y dirías que sí, que eres glamoroso y que soy una pobre idiota que reniega de lo más sexy que existe: el glamour. Y es que no escribí el intersticio. Algo que podrían decir que es de perogrullo: lo que interesa es tener referentes, sí, pero no ser clowns. Ni un poquito, carajo. La condensación. Te forjas a lo largo de tu vida con todo lo que te atrae, detestas, desfenestras, descubres, desmenuzas. Pero no, ves cómo la gente sigue a otros. Sigues a un filósofo y todo lo que él dice es indiscutible. Una vaca sagrada. No tienes derecho a dudar de él, como no tienes derecho a dudar de la belleza canónica, de los flujos encantadores del gozo light. Todo son esquemas, patrones, líneas de conducta, discursos. Pero a la vez en tiempos como éstos, de noise enfático hasta el delirio, dudar es la inflexión álgida. Plaaf, dudar, es como una especie de baluarte. Torcido. Así se justifica no involucrarse con nada, no comprometerse con nada absolutamente. La muerte de todas las éticas. El surgimiento de una No Ética. El encumbramiento de un modelo de soledad tortuosa, fotogénica para el gran carrusel del nihilismo. Todo está preconcebido. Llegará la muerte y se llevará todo, así que nada importa al final de todos los paradigmas. En cuestiones de miradas existenciales, he chocado con gente depresiva que abraza incondicionalmente al nihilismo vulgarizado. Te venden ofertas malditas. La muerte en bandeja luce bella, interesante, provocadora. Cae perfecta para alguien sumido en sombrías elevaciones del pensamiento. Así que un resquemor con su pinino irónico te tortura. Este mundo es una mierda pero la belleza se fragmenta por aquí y por allá, y las caquitas no joden TODO. El ímpetu individualista reflorece con gran predicamento. Como un boomerang. Así que existe por ejemplo twitter donde compartes tu maravillosa personalidad, o tu despedazada identidad, o lo que no es ni identidad sino proyecto. Hay momentos de gloria, sin duda. Reales, muy reales. Y toda esa cuestión de la comunicación se erige en un modelo de ideal proyección. Las interferencias llegan con stactic, pero no se arruina en sí a la zona. Los efectos subliminales fluyen y fluyen. Hay momentos en los que la Zona TW puede ser un vergel. Qué cosas tan desasidas de la cosificación. El encandilamiento y toda esa cuestión. A medida que tienes más seguidores, cuidar tus palabras o tus tuits, se convierte en un imperativo. O decir sesgadamente algo, el efecto de tangente sensación. Tuitear no es un delito. E inclusive puedes ser un boderline tuiteando sobre sexo a toda hora y tus seguidores se quintuplicarán. De hecho lo boderline desaparecerá. Pero es que de eso se trata, de concitar grandes mayorías. La popularidad manifiesta. Pensar en las inmensas minorías. Los admiradores de Dan Deacon, por ejemplo. Los outsiders anónimos, sedentarios o nómadas, los amadores de los happenings por el impulso dador, los practicantes de contramodelos estéticos, los adolescentes que contradicen a sus esteorotipos. Amar la filosofía sin ser necesariamente un académico. La filosofía para todos, como una necesidad apremiante pero no agobiante. Todo va en cauces de márgenes, bordes y bordes. Lo aburrido puede ser este post porque contiene palabras rebuscadas si no estás siquiera un poco familiarizado con el diccionario o si no te gusta indagar, descubrir, buscar. Lo aburrido puede ser una mujer solitaria que tuitea lo que no te interesa ni favoritearás porque habla de soledades y cosas difusas. Ni siquiera es inquietante, es aburrida porque no te divierte. En este mundo, si sobre todo no te diviertes fácilmente, la vida es una caca. Digamos que divertirse burlándose de lo admirado entre videos clips y marcas etiquetadas, llega a ser sublime. Y no es popular. En algunas ocasiones encuentras tuits de un ácido humor, que son como diamantes dispersos en el escenario de la zona Tw. O tuits extrañamente divertidos. Luminosidades raras en medio del barullo. Alguien tuitea algo poderoso. Irisdicente. Quizás brutal, quizás muy delicado. Las caquitas se multiplican y el mundo es en realidad millones de espacios cagados. Poblados por gente cagada con sus pensamientos unidireccionales, enamorados del gran establisment y de sus voluptuosidades cagadas. Así que puedes decir que los que estamos al margen, somos unos resentidos sociales, unos ácratas, unos pobres diablos que no conocemos la miel del éxito. Fanfarria. Ta ra raaaá. El éxito. Y el fracaso. Oh, niet, [- no digas no en ruso, no seas snob - no digo ok, no me gusta, digo niet y puntooooo.] ni creas que no me gustaría ganar miles de dólares, pero lo que hago no es rentable, y no puedo vestirme generalmente como quiero, pero eso no me hace infeliz. Lo que quisiera es costear un proyecto humano y no cuento cone esos miles y miles de dólares ni como préstamo. Considerándolo desde esa perspectiva, soy una fracasada y no, no me solazo en mi fracaso. Tal vez explicar cómo me siento, implicaría confesar lo que no veo por qué tendría que confesar sí o sí. Hay otros caminos para decir al fin lo que quieres decir. Pero hay cercos. Y a estas alturas haber mencionado que tienes un proyecto que no puedes cubrir en dinero viene a ser como un punto que quien lee este post hubiese preferido no hallar. ¿Por qué personalizas un suceso?, ¿por qué cuentas tu fracaso?. Este acto, el de contar a otros lo que te sucede, no es siempre bien recibido. Puede ser como arrojar un guijarro a quien es ajeno a lo que vives. Lo interesante es el individuo solitario, dirían tal vez. Pero no cuenta la soledad soledad. Lo que sucede, lo intempestivo, lo que no puede vulnerar. Un nacimiento. O no, un desfenestramiento radical. No cuenta si no la anécdota bonita, lo demás agota. Por eso creo que un blog personal carente de egocentrismo meloso, es impopular.en un medio donde hay que ser divertido sí o sí, o virulento sí o sí. Fracasa. Hay diversas maneras de ser melosos. Desde la más subrepticia a la más evidente. Cuando evoco mi primer blog, temo a veces habe rodado complacida por esa pendiente de la popularidad. Lo que me salva, si hay algo que te puede salvar en términos graciosos, es que a veces me atacaban con una saña puntillosa. Cuando gustas a todos, o ni el 1% al que no gustas no viene a dejarte alguna perla de su desacuerdo, algo anda muy mal. Pero vamos, tampoco se trata de magnificar a los trolls. Nunca. * Luego, el rail de lo que acontece. La maldita complejidad indeseada. La vida y sus sorpresas. Mi fracaso puede ser una victoria íntima si acometo un deseo. Un deseo sobre el que nadie tiene dominio alguno. Creo que cuando materializas lo que nadie puede quitarte, vences. ¿Han probado esa victoria?. Film X fluctúa entre lagunas y calles. Las lagunas tranquilas, las calles turbulentas. Y aburre seguramente, como tampoco aburre, como se eclipsa y se aclara. Al fin, hay una energía indetenible entre la Nada y el Todo. Esta zona existe. Amo. Nada más. Como en las viñetas de Moebius, como en las canciones extrañas, como en un pasillo por donde caminas y volteas para mirar algo que sientes, como en un texto de Thomas de Quincey, como en el viaje extraordinario en un tren, sí, allí estamos. A veces nos entendemos ¿sí?. Blip del post. Etiquetas: favoritos twitter, notas anárquicas, redes sociales en internet ◄ Older & Newer► |